martes, 29 de diciembre de 2015

Palabras, huecos.

Pensamientos que danzan siempre al ritmo del mismo tambor.
Repeticiones mentales, ideas recurrentes.
Mi cabeza no conoce otra música.
Mucho delirio suelto.
Ya no sé qué nombre ponerle a mi locura.
La lapicera ensaya una música, va tapando los huequitos del silencio.
Pero al instante de poner una palabra otro hueco aparece.
Más vacío, más silencio.
Las palabras también son oquedades.
Las palabras están llenas de nada o son la nada misma.
Hay un agujero y es grande.
Una negrura extraña, una oscuridad que no alcanza a engendrar el miedo.
Las palabras son huecos tapando huecos.
Silencios queriendo callar al silencio.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Otro era su idioma

Dejó caer un silencio y nadie oyó como se rompía en mil pedazos. Y es que en aquel tiempo, nadie tenía oídos para oír lo verdaderamente importante.
Era un silencio aturdidor en el océano de los ruidos.
Un alma muda que emitía luz y sombra y nunca llamaba la atención.
Necesitaba gritar para que se alborote el mundo, pero otro era su idioma. Lo que él decía o quería decir no estaba hecho de palabras. Estaba hecho de...aun no se sabe qué.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Metáfora mortuoria.

Locura irremediable la de crear un mundo con algo muerto.
Las palabras son cadáveres y la hoja es un cementerio.
La poesía siempre fue una fúnebre actividad: hay que darle vida a los muertos vocablos, a los inertes verbos, ponerle claridad a los adjetivos oscuros, perfumar a las palabras putrefactas.
Locura irremediable la de ser un poeta y transformar el poema en una metáfora mortuoria.

viernes, 11 de diciembre de 2015

Crecer

Uno empieza a morirse cuando se da cuenta de ello, en el mientras tanto de la comodidad infantil de la ignorancia se está más vivo que nunca. El niño es eterno porque desconoce la lúgubre empresa que llevan a cabo los relojes.
La tragedia humana de la finitud comienza cuando te cuentan que algún día decimos adiós. El niño no lo entiende mucho al principio y sigue jugando con hermosa indiferencia. La escuela y el cotidiano andar en la sociedad pronto se encargaran de dejárselo bien claro.
Y entonces, no solo te haces consciente de tu paso fugaz por el mundo, sino que, además terminas atado al tiempo, a la rutina, a la normalización. De niño a adulto autómata, en el medio un intervalo confuso y frenético llamado adolescencia.
Pero crecer no implica que se te ponga vieja el alma. El tiempo por más que te coma el cuerpo, no puede comerte la esencia. De alguna manera todos somos inmortales y nuestra inmortalidad es más grande cuando dejamos testimonio de ella, por ejemplo, escribiendo. Pero también haciendo música, cantando, pintando. ¿El arte es una forma de eternidad? No me animo a afirmarlo por eso lo pongo de forma interrogativa.
Creo que al final todo esto es para decir que cuando escribo me siento más vivo que nunca y que la muerte es algo anecdótico. Quizá todo esto es, simplemente, un texto para darme valor.

jueves, 10 de diciembre de 2015

Poemitas, pequeños soles.

1

Pequeños poemas, grandes anhelos.
Países sin gente que quiero poblar
No me cabe todo el vacío en la nación del lenguaje
Por eso recurro al silencio

2

Mi mirada es un pájaro en vuelo
Y busca un rostro donde posarse
Tiene suerte, encuentra tu carita
Descansaré en ella y quizá me quede a vivir para siempre.

3

¿Sera bueno cambiar las sombras del pasado por un futuro ilusorio?
¿Valdrán la pena los anhelos?
¿Cómo impactara la decepción en mi frágil corazón?

4

Ir llenando de palabras la hoja.
Ir llenando de música el silencio.
El silencio en forma de papel, la música en forma de símbolos.
La hoja sigue callada.
Hay palabras que no saben cantar.

5

La tarde fluctúa, las horas parpadean, mis días son algo surreal.
Caen pequeños soles y llenan de rayos explosivos la oscuridad de mi tarde.
Hay algo raro en el ambiente, hay perfumes que desconozco, caen pequeños soles.
Cancioncitas que alumbran el silencio.
Pequeños soles, estrellas que orbitan alrededor de mi mente.
Zumban como mosquitos, astros inquietos, revolotean, danzan al ritmo del tic tac.
Pequeños soles de incandescente ardor, le prenden fuego a la tarde.


martes, 8 de diciembre de 2015

El sentido de la inteligencia.

Y ahora, cómo ordeno esta telaraña de confusiones que acabo de crear. Dijo Dios y entonces le dio inteligencia al hombre para que le otorgue un sentido a todo. 
La tarea fue ardua, pasaron miles de años, generaciones enteras. Y aquí estamos, tratando aun de organizar este caos. No todos lo saben, muy pocos lo han dicho, pero lo cierto es que Dios tercerizó la organización del mundo.

lunes, 16 de noviembre de 2015

Hay un mundo.

Hay un mundo de espectacularidad sonora en el silencio.
Hay un mundo de colores y matices únicos.
Hay un mundo de sonidos violetas, de aromas verdes y sabores musicales.
Hay un mundo de abundante sinestesia y de realidades poco convencionales.
Ese mundo queda en la poesía ¿querés venir?

Lo que abunda en el aire es el oxígeno.
Lo mismo que te hace vivir te mata en cada bocanada de aire.
La vida es homicida. ¿querés vivirla?

Hay un planeta de oscuridad y vacío.
Hay un autómata manejando los hilos de tu marioneta mental.
Existe la conciencia del inconsciente pero solo a veces podemos entrar.
El hombre es negrura, misteriosa materia oscura. ¿queres iluminarlo?




El poema es mio, la imagen se la pedí prestada a Joan Miró. Les mandó saludos.


lunes, 9 de noviembre de 2015

Érase una vez.

Para tenerlos encerrados, mejor que los sueños se te escapen, que sean libres y que encuentren a un soñador que sepa explotarlos mejor. A esa conclusión llegó Patricio, o eso es lo que le pasaba por la mente, pero no en forma de palabras. Fue algo no pensado, algo que cruzó su mente pero no a la manera de una idea, no como una asociación de palabras ni frases ni coherencia verbal alguna. Fue como una energía reveladora, una epifanía concluyente o simplemente un caer en la cuenta de algo importante y determinante.
La cuestión fue así:
Patricio quería escribir un libro, pero no cualquier libro. Quería escribir un libro grande, literalmente grande. En ese libro debía caber el universo. El número de páginas debía ser el número de habitantes del planeta en el momento de comenzar la primer página.
Para tan ambiciosa empresa no alcanzaría una vida. Por lo tanto el proyecto requeriría de varios escritores a la vez y que se siguiese escribiendo generación tras generación.
Patricio comenzó la primera línea del libro de la siguiente manera:
Érase una vez un mundo que contenía todo el mundo, erase una vez el infinito.

sábado, 7 de noviembre de 2015

Ruido

Estamos hechos para el silencio pero nos inculcan el ruido desde que nacemos.
Crecemos en un remolino de percepciones auditivas, de turbulencia visual y nuestra mente se acostumbra al infierno de lo caótico. No alcanza con aprender esa cosa que llamamos “hablar”, ademas nos inyectan en las venas la música ruidosa del lenguaje escrito.
La prosa es estruendosa, las frases son poco cadenciosas, los verbos son escandalosos, los adjetivos desafinan.
¿Cómo alejarme, entonces, de ese universo de abundancias sonoras, de espectacularidades chirriantes y aturdimiento constante?
Quedarme callado es una opción, intentar la poesía es otra.

jueves, 5 de noviembre de 2015

Hombre de acción.

-Te acordás cuando en la escuela primaria nos daban tarea para la casa y siempre había una consigna tipo “¿Qué es la libertad? Responder en familia.” Y vos venias a mi casa por qué en la tuya, según lo que vos decías, no te daban bola y al final terminábamos respondiendo lo mismo. Y después la seño nos decía “creo que acá hay uno que se copia del otro… y se copia hasta los errores ortográficos” y literalmente se nos cagaba de risa pero al final nos ponía una carita feliz a los dos.

-Esas cosas nunca me las acuerdo, como que siempre me da la sensación de que vos inventas recuerdos y que eso que recordás en realidad nunca pasó.

-Sos pelotudo, mirá si voy a andar inventando… ¿posta no te acordás?

-No, no recuerdo, y no recuerdo porque creo que uno solo recuerda lo importante. Vos…por qué carajo siempre recordas esas pelotudeces.

-Bueno por lo que vos dijiste: uno recuerda lo importante….en todo caso, lo que te contaba te lo contaba para preguntarte algo.

-¿Qué cosa?

-¿Qué responderías ahora ante esa pregunta, qué es la libertad…olvidándote de la parte de “responder en familia”.

-Estas en pedo, rajá de acá, no tengo ganas de filosofar ahora, estoy viendo la previa del partido…mirá, el mejor defensor de Alemania se lesionó en el precalentamiento, que pelotudo!

-No se trata de filosofar. Es simplemente la tarea para la casa, hecha por el niño de la primaria que ya creció.

-Jajaja que pelotudo que sos…libertad es que dejes de romperme las pelotas. Mejor seguí leyendo tu librito tranqui, o mejor pone algo de música hasta que empiece el partido.

-Era para jugar un ratito, reírnos y recordar la escuela primaria, y de paso entender o saber qué significa la libertad para vos y cuan diferente es de la visión de la libertad que tengo yo. Lo que pasa es que éste librito que estoy leyendo da varias definiciones de esa tan pesada palabra y me gusta mucho lo que dice un francesito, te lo digo con mis palabras, el tipo dice algo así como…Que cuando crees en determinismos, le entregas tu alma a ese determinismo, que te forma y deforma. En cambio sí elegís ser libre, te estás haciendo cargo de vos y de tu alma y llevándola por los caminos que vos elegiste, sean esos caminos buenos o malos. En fin, Sartre.

-Todo ese chamuyo teórico y excesivo parece profundo pero siempre ronda la superficie. El bla bla bla da muchas vueltas, marea y no soluciona nada. Lo que soluciona los problemas de la vida es la acción concreta, ponerle el cuerpo al asunto, actuar en consecuencia.
La palabra agua no apaga el fuego, lo que apaga el fuego es la cosa concreta, el agua propiamente dicha. Hay que ser un hombre de acción y no puro lenguaje y teoría.

Santiago lo miró y sonrió levemente, dejó el libro sobre la mesa y poniéndose la campera dijo: ¿vamos a comprar unas cervezas antes de que empiece el partido?

Jorge lo miro riéndose y entusiasmado se levantó diciendo:
-Es lo mejor que dijiste desde que comenzamos está charla estúpida.

-Es que yo soy un hombre de acción y además sé usar muy bien mi libertad. Sabías que hoy falté al trabajo para mirar el partido y tomarme unas cervezas.

-No, no sabía…pero vamos, traigamos unas seis.



martes, 27 de octubre de 2015

Me gusta

Me gusta el poderío bélico de tus ojos, tu mirada es un cañonazo.
Me gusta como tu paz se transmite en forma de sonrisa amable.
Me gusta el silencio musical de la noche y como gotea la canilla y como se queja la heladera.
Me gusta como se prende fuego la palabra crepitar y como nos moja la palabra mar.
Me gusta la espuma del mate y la cálida presencia de tu silencio.
Me gusta no abrumarnos con palabras, decirnos nada y todo al mismo tiempo.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Sobre el estancamiento.

Cuando se estancan las ganas el alma comienza a pudrirse, gusanos crecen desde adentro y se mastican las ilusiones.
¿Es el tiempo y el saber que la muerte es inevitable aquello que torna a la vida tan siniestra?
Una pregunta que también es respuesta, doble herida penetrante.
El corazón late con una cadencia lúgubre, sus golpecitos evocan un reloj que se mastica el cuerpo.
Siento que me voy sin irme, que me oscurezco sin apagarme, siento que estoy pero que al mismo tiempo soy ausencia.
Cuando se estancan los anhelos, el alma comienza a pudrirse y todo huele a muerte.

miércoles, 14 de octubre de 2015

Mi Mente

Mi mente, como mi pieza, me gusta tenerla desordenada. Pensamientos desparramados, un delirio por allá, otro por acá, ideas sucias mezcladas con las que están limpitas. En mi mente la música estruendosa de las ilusiones hace temblar la casita de lo racional. En mi mente guardo toda la nostalgia de la niñez perdida, el conjunto enmarañado de mi confusión adolescente, el presente áspero que corroe mi pasado y todo el porvenir utópicamente diseñado.
MI MENTE. Si sólo pudiera meterme en esa tamaña abstracción, a buscar mi recuerdo más bonito, para guardarlo en mi corazón algodonado. Mi mente. El espacio metafísico de mis obsesiones, el lugar recóndito de la claridad y la sombra, el planeta de lo que soy y de lo que no, mi ruido y mi silencio, mi verdoso paraíso, mi rojo y apasionado infierno.

lunes, 5 de octubre de 2015

Encontrar

Encontrar en las palabras el silencio que quiero decir.
Encontrar nostalgias aferradas a un borroso recuerdo.
Encontrar los fantasmas que un día me asustaron, hacerlos gritar en el mudo espacio de la hoja en blanco.
Encontrar ese mundo que está escondido, mi hogar primitivo, mi infancia emocional, mi anterior, salvaje y feroz vida animal.
Encontrar para iniciar nuevas búsquedas.
Encontrar para hacer visible lo invisible, para hacer de la opacidad una hermosa transparencia.
Encontrar, poder ver la silueta de mi monstruito interior.
Encontrar para ver, al menos, los contornos de mi delirio y ver que tan racional es mi razón.
Encontrar una frase bonita, perfumada de verdad, o una palabra que contraste con el terco silencio, o lo que es mejor: que lo haga cantar.


martes, 29 de septiembre de 2015

La resaca del día después.

Cristian y Nicolás. Tienen los labios morados por el tinto tetra y las pupilas llenas de falopa. Hablan fuerte y casi al mismo tiempo. Sentados junto a la mesa, frente a frente, discutiendo quien sabe qué.
En la mesa y por el piso, restos de botellas de licores blancos y latitas de energizantes, evidencia de que hubo minitas. Claudio duerme desparramado en el piso, sin soñar, sin almohadón ni frazada. El resto, acomodado en los sillones. Rocío y Jorge, abrazados en el sillón dos cuerpos. Santiago roncando en el sillón un cuerpo.
Yo simplemente observo el panorama y sonrió levemente. Busco agua en la heladera, es lo que más abunda. Pareciera que alguien ha previsto la resaca del día después.

sábado, 26 de septiembre de 2015

Velocidad

No puedo, aun no lo consigo, escaparme de la rapidez del calendario.
Abro los ojos en Enero y en un parpadeo ya es octubre.
¿Tan necesaria será esa rápida velocidad?
¿Qué prisa tienen los relojes, de qué se apuran?
La existencia es flaca, el hombre tiene un hambre que no se puede saciar.
Hay un tic y después un tac, la música de la paranoia del tiempo.
Hay pulsiones encerradas, miedos a punto de estallar.
Mirar el calendario es echarle nafta al fuego.
Nos incendiamos…está bien, me incendio, me hago cargo de la primera persona.
Quiero, necesito que el universo se detenga, pero él no quiere parar, la mecánica del movimiento es su naturaleza, nació para moverse, nació para la velocidad.
¿El universo se expande o se contrae? No importa, en todo caso es movimiento, en todo caso sigue siendo velocidad, qué importa el sentido.
Paren el mundo que quiero, necesito, saltar hacia la nada y ver si hay algo mejor que el todo y su velocidad.
Solo quiero asomarme un poquito sin dar el gran salto. Tanto misterio me abruma, me quita el aliento, me ahoga.
¿Qué prisa tienen los relojes, de qué se apuran, a qué le escapan, a qué le temen?…Creo que ya lo sé: A mí…yo soy el que asusto.

martes, 15 de septiembre de 2015

Accidente

 Me levanté, con pocas ganas y bastante soñoliento. Fue un esfuerzo tremendo para mí levantarme antes del mediodía, pues mi horario habitual, para sumarme al mundo de los despiertos, es comúnmente a las tres de la tarde. Pero el día anterior me había prometido que comenzaría a levantarme más temprano para buscar trabajo y ser una persona “normal”, con dignidad y todo lo que eso implica. 
Abrí la puerta del baño, me dirigí hacia el lavamanos, giré la canilla, puse mis dos manos en forma de recipiente debajo del chorro de agua, me tiré el agua con un golpe seco (mojado) en la cara. Pareció una trompada, pero de esas trompadas que despiertan, no de las que duermen. Frente a mi estaba el espejo. Me sequé con la toalla, agarré el peine y me quise ver en ese espejo. Y entonces descubrí que yo no estaba. O por lo menos no estaba el reflejo de lo que debería ser yo. Es decir, no estaba el Oscar del espejo. Debo confesar que me asusté bastante y repetí la maniobra varias veces buscando el anhelado reflejo. Pero nada, salí del baño bastante confundido, con un leve dolor de cabeza y la visión un tanto nublada.
Traté de tranquilizarme. Fui hacia el sillón y me senté. El televisor estaba prendido, creo que estuvo prendido toda la noche. Y de pronto al ladito mío, la vi. Una mujer de una hermosura indescriptible. Mirándome fijamente dijo: “es hora de que me entregues tu alma, se acabó el tiempo” y sonrió con una hermosura diabólica.
En ese momento mi cuerpo se enfrió, se me congelaron los pies y comencé a temblar. Me quedé estupefacto, me costó reaccionar. Cuando pude hacerlo hice lo que cualquiera tiende a hacer cuando ve que los hechos carecen de coherencia. Inmediatamente pensé: “esto es un sueño…o lo que es peor, una de esas pesadillas de imágenes nítidas y escenas escalofriantes”. Pero no, no era un sueño ni una pesadilla. Si lo hubiera sido, el acto seguido de darse cuenta que estás soñando es el despertar aterrado y sentirse aliviado luego de percatarse que estás en tu habitación, en tu cama. Pero no. Ahí estaba ella, ahí estaba yo.
Había un zumbido en mis oídos, se oía como una melodía extraña. Y entonces ella me habló otra vez: “Todos duermen pero ya nadie sueña. Las almohadas están vacías, ya no contienen ilusiones”.
Me sentí como hechizado por su voz y como por obra de algo mágico mi cuerpo y mi mente se relajaron y entonces dije, como queriendo refutarla: “Es que nos obligan a padecer esta pesadilla llamada realidad”
Ella contestó: “el fuego está listo, solo falta que saltes hacia él”
Y entonces repliqué: “No me gusta este infierno pero creo que tu cielo contiene demasiados espejismos”
Ella sonrió y esta vez su sonrisa me pareció menos diabólica y más angelical y entonces dijo:
“Oscar, todo es un espejismo. De hecho yo no existo y vos tampoco. Esta charla, que te parece absurda, es solo un pensamiento de Dios, una idea más de las infinitas que habitan en la mente del creador de lo infinito. Soy Dios y vos también lo sos, ambos somos Dios”.
Eso es más o menos lo que recuerdo. Sé, estoy convencido de que no fue un sueño, pero no sé cómo explicarlo o cuales son mis fundamentos para afirmarlo. Cuando mi padre me encontró estaba recostado en el sillón, la tele monologaba bla bla bla, mi cuaderno de poemas, la lapicera en mi mano, un texto a medio terminar con la siguiente frase tachada: “Todos duermen pero ya nadie sueña” y un haz de luz que entraba por la ventana y recorría la distancia hasta llegar al sillón y me pegaba directo en la cara.
Mi hermana que estudia medicina (está en primer año hace dos años) dice que ese haz de luz aportó la cantidad de estrés necesaria para que se desate aquella patología, aquel ataque tan famoso que la ciencia médica llama ACV, accidente cerebro vascular. Y nada, estoy aprendiendo a caminar de nuevo.

viernes, 4 de septiembre de 2015

Tus ojos en mi mirada, mi mirada en tus ojos.

No nos dijimos nada, pero ambos supimos que éramos el uno para el otro. Y es que las miradas hablan más que las palabras. Y ese día nos miramos mucho.
La música cadenciosa de la gestualidad: nuestras manos inquietas, los pies inseguros y movedizos, queriendo escaparnos ante la sorpresa del sentimiento, pero también con ganas de quedarnos para averiguar la veracidad de la experiencia.
A lo lejos una guitarra susurraba palabras de amor. Era una banda de Rock ensayando la canción para la revolución.
El planeta giraba pero nuestras miradas estaban fijas. Sus ojos en mi mirada, mi mirada en sus ojos. El mundo se movía y nosotros nos movíamos con él. Impulsados por la inercia de un latido distinto, por esa novedosa alegría en el pecho, con los corazones al palo, sintiendo todo el peso de la eternidad del instante, inmortalizados en la fugacidad de aquel minuto.
Si el amor quiere devorarnos bienvenido sea. Sé que no dijimos eso, pues no recuerdo que pronunciásemos palabra, pero sentí que esa era nuestra conclusión y entonces nuestros labios impactaron.

sábado, 29 de agosto de 2015

Construcciones sobre el silencio.

El ruido caótico de la civilización se asusta cuando el silencio grita.

Al silencio le gusta cantar usando la mirada como si fuese una guitarra.

La poesía es para el silencio un espejo donde le fascina mirarse.

Cuando el silencio se pone a cantar todo mi ruido mental se calla.

No siempre el que está callado está gritando por dentro, a veces solo está disfrutando de su propio silencio.

Si el mundo se callara más y gritara menos podríamos oír el silencio de los demás con mayor definición y profundidad.

viernes, 28 de agosto de 2015

La noche me piensa

Siento que los libros me leen y que la noche me piensa.
Siento que el silencio me habla y me revela un millón de verdades.
Y entonces le pongo palabras a ese sentimiento.
Y entonces me digo que quizá la poesía es simplemente eso: ponerle palabras a un sentimiento, decir lo que el silencio revela usando el silencio mismo, contar lo que los libros me leen, indagar sobre porqué la noche me piensa.

jueves, 27 de agosto de 2015

Imágenes que el tiempo ha borroneado.

La palabra pasado suena gigantesca, pero cuando hablamos del nuestro, de nuestro pasado, simplemente nos referimos a esa serie ínfima de recuerdos buenos y de recuerdos malos. La mayor parte de nuestro pasado, gracias a Dios, se olvida.
En el olvido yace todo aquello que luego vive en el inconsciente y que posteriormente emerge en la mecánica del sueño, en la neurosis cotidiana, en la locura hermosa de algunos textos.
La demencia del inconsciente me fascina, me fascina su verdad. Porque si es que hay verdades, están ahí y en ningún lado más.
La poesía está repleta de automatismos y también de pretensiones de sublimidad. La poesía está loca y a veces se quiere hacer la cuerda. La poesía, la verdadera, siempre dice la verdad. Pero hay poemas que mienten y contra ellos hay que luchar. Exceso de retórica, abuso metafórico, frases llenas de pomposidad, poesía que no dice la verdad.
Y para no perderme. Retomando aquello del pasado y del recuerdo y del olvido, creo que la poesía juega, en otras cosas, a meterse con aquello que olvidamos. Se trata en parte de escribir en presente las imágenes del pasado, aquellas que el tiempo ha borroneado.

martes, 25 de agosto de 2015

7 mil millones de mundos.

No solo cada persona es única e irrepetible, además cada persona implica una visión concreta del mundo. Es decir, somos 7 mil millones de mundos, cada uno distinto a otro.
En primera instancia, lo que tus ojos ven parece ser lo mismo que mis ojos ven, pero en realidad cada persona mira distinto. Quizá para vos el mundo es cuadrado y para mi es Redondo, para algunos tendrá formas triangulares y otros lo conjeturarán de maneras no geométricas, esto último tal vez sea lo mejor, la manera más libre de concebirlo.
Estamos tan ocupados de nosotros mismos que a veces no vemos a la persona que tenemos al lado. El uso y abuso excesivo de nuestro ego nos pone ciegos. Esa ceguera anula al otro o lo transforma en una nada. La vida del “Yo y aguante Yo” nos hace peor que el calentamiento global.
Prestarle un oído al otro para que te cuente la diversidad de su mundo, algo tan simple, algo tan difícil. Mirar con ojos de otro, sentir con la piel de otro, llorar con su dolor, disfrutar su felicidad. Convertir la empatía en una forma de vida. ¿Qué tan difícil es ese anhelo?
7 mil millones de mundos y nosotros ahí, atrapados en el nuestro. Que poco aventureros somos, que grande es nuestra enfermedad.

martes, 18 de agosto de 2015

Sobre esos segundos al despertar.

De pronto el impacto sonoro del silencio, la escucha de lo que es inaudible.
Una nada se mueve en el espacio que dejó el sueño.
La inconsciencia despertó pero el inconsciente sigue ahí.
Una especie de amnesia temporal, un instante que es honda oscuridad.
Lo ayer soñado está fresco, las imágenes son aun nítidas, la realidad ya comenzó a borrarlas.
Un rato después, toda la magia fue invadida por la idiota cotidianidad, por el maldito tiempo, el ilusorio arte del reloj.

jueves, 13 de agosto de 2015

El oxígeno de la poesía.

No tengo dogmas de ningún tipo, no tengo religión, pero si tengo, como todos, una excesiva suma de rituales y ceremonias cotidianas.
No creo en duendes ni hadas, ni en esa cosa que llamamos Dios, no creo en bondades ni maldades, tampoco en ángeles y demonios.
Creo en el oxígeno de la poesía y en el profundo respirar de los poetas.
Creo en Vicente Huidobro y en su viaje en paracaídas.
Hacer un poema como la naturaleza hace un árbol.
Hacer un árbol plantando semillas o palabras, hundir las raíces en el terreno del lenguaje, escarbar hondo, llegar donde nadie llegó.

martes, 11 de agosto de 2015

El día que el mundo se detuvo.

Ella me miraba de reojos, yo la miraba de reojos, mientras una canción de amor flotaba en el aire.
Eran ojos que lo decían todo, miradas que aprendían a cantar.
No tuve más remedio que acercarme a ella, con el corazón en la mano y los sentimientos al desnudo.
Dije “hola” y en ese “hola” temblaron todos mis miedos.
Ella sonrió, y entonces el mundo se detuvo.

lunes, 10 de agosto de 2015

Somos

Somos ese complejo manojo de reacciones químicas que un día, por antojo del azar, o de no sé qué, o de no sé quién, decidió fundar la vida.
Somos monitos soñadores, creadores de la pesadilla llamada pensamiento.
Somos ese pequeño monstruito, que prende fuego todo lo que toca.
Somos esa invisible oscuridad que deambula en esta nada que nos mueve.
Somos energía potencial, esa calma que algún día será explosión. La supernova más hermosa, la existencia incandescente, que con espectacular blancura colma el universo.

lunes, 3 de agosto de 2015

Por eso la poesía.

,
"Yo no sé de pájaros,
no conozco la historia del fuego.
Pero creo que mi soledad debería tener alas." Alejandra Pizarnik.







Las palabras no alcanzan a decirlo todo, por eso las fotos, por eso las miradas y la danza caótica de la gestualidad. 
Las palabras no alcanzan a nombrar el vacío existencial, la desgarradura metafísica, quizá por eso el silencio, quizá por eso la poesía.
Las palabras rondan, están siempre en el límite pero nunca se meten en el centro del asunto.
¿Quién podrá obsequiarme un silencio así, tan bonito, para olvidarme de estas fracasadas palabras? La respuesta: ALEJANDRA.
Alejandra, a la que no le gustó el jardín y quiso ir nada más que hasta el fondo.

jueves, 30 de julio de 2015

El poderío de la palabra amor.

No conozco una palabra tan cargada de sentidos como la palabra amor.
El amor es tantas cosas que ya no sé sabe muy bien qué es.
El amor es la fascinación por algún otro que supuestamente nos completa. Esa metáfora de la media naranja. El amor verdadero implicaría en tal caso el descubrimiento de nuestro YO más completo que estaría contenido en otro.
El amor es también esa idea burguesa, ese manojo enorme de lugares comunes, donde se encuentran al mismo tiempo los besos apasionados, los bombones, las flores y la telenovela cursi de las 4 de la tarde.
Amor es el de Romeo y Julieta y también el de Marge y Homero Simpson.
Cuando se habla del amor se suele decir de él que es un sentimiento fugaz, una fascinación efímera. El combustible del amor se agota rápido. Parece ser que el engranaje que mueve la maquinaria sentimental del ser humano tiene una vida útil corta. El amor y su intenso fuego que arde y quema corazones, su combustión rápida y explosiva.
El amor con sus tristezas y sus felicidades:
Triste cuando el amor se convierte, solamente, en el consumo y confort de un otro. Triste ese amor idealizado como perfecto, sin complejidades ni complicaciones.
Feliz amor adolescente, fugaz como un rayo, potente y luminoso. Felices besos eternos de aquel amor trabajosamente conquistado.
La carga poética de la palabra amor, la carga cursi de significados, esa gran abundancia pasional de la palabra amor. Love, love, love, All you need is love. Si no hay amor que no haya nada entonces, alma mía, no vas a regatear.

jueves, 23 de julio de 2015

El arte de atrapar sentimientos

Para que los sentimientos no se me fuguen, 
he decidido transformarlos en palabras en un cuaderno.
Pero las palabras son una ilusión y nunca lo dicen todo.
De todas maneras, a pesar de la ineficacia del lenguaje
y del malisimo poeta que soy, 
algo queda, algo se atrapa.

El prestigio poético de la noche.

Perros que ladran a lo lejos, canillas que gotean, el tic tac del reloj aturdiéndote. Con razón la noche está tan repleta de prestigio poético, si todo trabaja para la poesía.
La noche está repleta de prestigio poético y la culpa no siempre es de la luna ni de las estrellas, tampoco de la lúgubre oscuridad, ni de la cadencia del silencio. La culpa es del poeta que confunde la oscuridad nocturna con la opacidad de su pesar. La culpa es del poeta que en el titilar incesante del firmamento, ve proyectados sus sueños, y los ve como ojitos parpadeantes, como lucecitas anhelantes.

jueves, 16 de julio de 2015

Las palabras.

Las palabras brotan pero no forman árboles.
No hay unidad hay dispersión.
La palabra agua no quiere amigarse con la palabra fuego.
La palabra pasión empezó a detestar a la palabra amor.
Las palabras se miran de reojo, susurran, hablan de las demás.
Las palabras se insultan entre sí, se terminan odiando.
Ninguna quiere trabajar por el bien del poema.
No hay unidad hay dispersión.
Las palabras se envidian entre sí.
La palabra pasado detesta a la palabra futuro, la odia porque está llena de esperanzas, de ilusiones.
Las Palabras que se duermen y tienen pesadillas, las palabras que sueñan con un silencio cadavérico que las acecha, las atrapa y las expulsa del paraíso del lenguaje.
Las Palabras que sueñan con una música que no le puedo dar.
Las Palabras que se muerden, se despedazan y se engullen a sí mismas.
Las palabras…tan humanas.

domingo, 12 de julio de 2015

El populacho y su ensalada de saberes eruditos (Tres breves relatos)

LAS AMIGAS

-Mirá, así es como pienso comenzar mi discurso mañana en el teatro, decime que te parece, ¿dale?
- Dijo Mariana, mas entusiasmada que convencida.

-Bueno, a ver, te escucho…igual sea lo que sea seguro va a estar genial y te van a aplaudir- Dijo Sofi, y sonrió exageradamente.

-Bueno, ahí voy- Mariana tomo aire como si estuviera a punto de sumergirse en una pileta y comenzó:
Para cambiar el mundo no hacen falta tantas remeras del Che Guevara, tampoco ideas demasiado arriesgadas. Para cambiar el mundo hay que cambiar mentalidades cuadradas y educarse bajo el lema “yo también soy el otro” y tirar el egoísmo a la basura. Pero es muy fácil decirlo o escribirlo. Lo difícil es salir a la calle, sentir la tristeza en los ojos del otro y actuar en consecuencia. Lo difícil es que la miseria del prójimo te sofoque, que al mirar el padecer ajeno se nos ahogue el corazón y actuar en consecuencia. Difícil abandonar la algodonada comodidad del sillón y el calor entretenido de las pantallas para salir y chocar de frente con la vida.
Pero venzamos por fin los miedos y pongámonos en plan de salvar el mundo, salvarlo ayudando a uno, a dos, a tres, a miles, a todos. Para caminar hacia ese objetivo, hacia esa meta utópica, se comienza poniendo un pie y luego el otro, así se aprende a caminar: poniendo primero un pie y luego el otro.


-Bueno así comienza, tengo algunas ideas más para cerrar pero todavía no las escribí…¿qué te pareció?

Sofi la miró con la misma sonrisa exagerada y le dijo:
-Voy a ser sincera porque no me gusta caretearla…es alto chamuyo, si queres motivar a alguien mejor comprale chocolates y si son hombres, cervezas, muchas cervezas.

-¿Me estas jodiendo?

-Sí, la verdad que sí, te estoy jodiendo…está bastante bien. No me des pelota…igual me parece que eso de “yo también soy el otro” suena bastante “Cristinista”- concluyo Sofi, con la misma sonrisa exagerada de siempre.

EN LA PELUQUERIA

-A veces, el saber erudito del populacho no es otra cosa que la repetición de lo que la televisión difunde hasta la saturación insoportable. Conceptos sobre la izquierda y la derecha, estereotipos, prejuicios, reduccionismos burdos del humano, éticas despreciables y pésimas aportaciones del periodismo chimentero-ideológico-político.

-¿Lo de chimentero lo decís por Jorge Rial o por Susana Rocasalvo?

-Lo digo por casi todo el periodismo de televisión y casi todo el de radio…y ni hablar de los diarios y las revistitas para infradotadas, como esa que estás leyendo vos ahora… bah, “leyendo”…hojeando. ¿Qué encuentran de divertido en mirar a esas boludas de caras con botox y tetas “fotoshopeadas”?

-jajajajajaja…bueno, y para que tenés ésta pila gigantesca de revistas? ¿Supongo que para que las hojeemos mientras nos haces el laburo no?...Vos concéntrate en el alisado que yo boludeo mirando a las Xipolitakis...igual seguí hablando que si hay algo que odio es el silencio. El silencio me hace doler la cabeza.

-La gente odia el silencio y ama el ruido caótico del palabrerío banal. No sabe que el silencio es sinónimo de reflexión profunda, de pensar un poco. El silencio es paz y dice más con su callada voz que todo lo que dicen las ciencias sociales y sobre todo la psicología.

-Uh recién te metiste con las minas de tetas fotoshopeadas y ahora con las ciencias sociales y la psicología. Creo que por eso te elijo como mi peluquera preferida…¿si digo que te amo, queda muy cursi?

-Si.

EN LA CARNICERIA

-Lo que pasa es que vos sos un Hombre-Mueble
- dijo Carlos, el carnicero, mientras le cortaba 4 bifes para milanesa que le había pedido Jorge.

-¿Y eso que vendría a ser?- dijo Jorge con una sonrisita y luego añadió: -Seguro es una de esas teorías o conceptos ridículos que elaborás dándote aires de erudición.

-Te lo voy a explicar de la manera más simple posible, como para que un marmota como vos lo pueda entender.

Entonces Carlos, acariciando su barba con la punta de sus dedos, pensó la forma conveniente de explicar su concepto de Hombre-Mueble y luego de unos largos segundos de silencio comenzó:

El hombre mueble, ese que nunca se cuestionó nada en su vida, el que nunca se quejó de la condición del hombre en el mundo y sobre todo de su propia condición. Sobre ese hombre te hablo.
El hombre-mueble no cree en el futuro, ni siquiera en el presente. El hombre-mueble es un fanático del pasado, un devoto del ayer. Es aquel que cree que todo está perdido, que nada se puede hacer porque hecho todo está.
Al hombre-mueble le fascina el arte, pero solo el arte consagrado. No tiene la capacidad de absorber con su casi nula sensibilidad la nueva sensibilidad. Descree de lo nuevo, detesta que se rompan las formas tradicionales, que se violen las leyes de lo clásico.
El hombre-mueble casi siempre es joven, por lo menos en cuanto a la edad calendario, pero es un viejo de alma y tiene el corazón muriéndose de frio.
Este hombre, este pequeño pobre hombre, dice odiar las modas. Para ser funcional a esa postura despotrica, con enfático desprecio, todo lo novedoso, lo creativo, lo contemporáneo. Pone todo en la misma bolsa y lo revolea a la basura, no sin antes sentenciar: es pura mierda, Borges es mejor…
Y nada, un Hombre-mueble es más o menos eso.


Jorge lo miró, con la mano izquierda agarrándose los pelos y moviendo la cabeza, y dijo:

-Otra vez estás fumando de ese prensado paraguayo que te vende La Negra y que te consume las neuronas y te llena de ideas flasheras la cabeza…déjate de joder boludo y córtame esos bifes más gruesos que quiero hacerme unas milanesas bien polenta para comer con La Marta.

viernes, 10 de julio de 2015

Darle el gusto al niño interior

A mi niño interior le gusta mucho el aspecto lúdico de la escritura. Jugar a ser poeta es su juego preferido.
Le gusta mucho como rebotan algunas palabras, él las llama “palabras pelotas”. Y son palabras como: pasión, amor, amistad, simpatía, amapola, esfera.

También le generan cierto agrado los verbos de fuego: crepitar, estallar, explotar, incendiar y también los adjetivos incandescentes del tipo: luminiscente, lumínico, luminoso, solar, fosforescente, fluo.
Por otra parte, siente cierto rechazo por la oscuridad, pero le fascina la palabra noche y le atraen de un modo misterioso e irresistible las palabras como sombra, ensombrecido, negrura, negruzco, opaco, opacidad y le fascina la repugnancia de los vocablos babosos y nauseabundos: fangoso, mohoso, cenagoso, pantanoso, descomposición, cadavérico, putrefacto.
A mi niño interior le gusta mucho la infinitud de la palabra eternidad y de como las palabras ”vacío” y “existencia” están llenas de intenciones metafísicas.
Mi niño interior disfruta mucho cuando mi adulto exterior escribe con aires de erudición y utiliza expresiones rebuscadas o palabras difíciles del tipo: andrógino, trascendencia, logarítmico, filosofía nihilista, etcétera, etcétera, etcétera.
Pero si hay algo que desagrada a esta criatura interna, algo que realmente lo saca de quicio y lo pone de muy mal humor, es cuando me pongo en modo pesimista y escribo como si todo estuviera perdido, cuando la escritura se vuelve lúgubre, cuando las palabras tienen olor a muerte. Entonces mi niño, mi juguetón y dulce niño, me arma un berrinche interno y se me altera el corazón y no me queda otra que darle el gusto y escribir textos como este.

jueves, 9 de julio de 2015

Recuerdos encubridores

Canciones que evocan recuerdos, fotos que recuerdan el pasado, nuestra historia pidiendo a gritos que no la olvides. Dice Freud que todo recuerdo es encubridor. ¿Pero qué escondemos detrás del recuerdo? ¿Por qué ocultamos lo que ocultamos? Y entonces aparece la pregunta ¿quién fuiste? Y la pregunta ¿quién sos? Y al intentar responderlas descubrís que no sabes muy bien quien fuiste y no estás seguro de quien sos.
Pero veámosle también el lado poético al asunto: somos un hermoso enigma a descubrir. Un desconocido habita nuestro cuerpo y usa nuestra cara, habla y escribe con nuestra voz, nos usurpa las ideas, se aloja en nuestra conciencia y repite conductas, se mueve de manera autómata, tiene mañas que nos incomodan, pensamientos oscuros que nos perturban. Creemos que somos así pero resulta que no, que nuestro verdadero yo es mucho mejor o mucho peor, dependiendo de la ética en la cual creamos. O tal vez si, tal vez somos eso y no queremos aceptarlo porque vivimos en la ilusión de ser otros, idealizamos nuestro yo igual que idealizamos el amor, igual que idealizamos todo.
Dice Freud que todo recuerdo es encubridor. Jugamos a las escondidas con nosotros, o con aquel que fuimos, y pocas veces nos encontramos.

viernes, 3 de julio de 2015

Pequeños tips, para un infierno encantador.


Tanto infierno para gastar y nosotros aun sin arder.

Si mirás tus derrotas con ojos de demonio entonces caerse del cielo será una bendición.

Hay un incendio en el musculo cardíaco, hay sentimientos que solo se comprenden si conocés el lenguaje de los latidos.

No permitas que el paraíso consuma tus sueños de demonio.

Odia si es necesario. Sé feroz. Comete el mundo.

Si tu ego tiene hambre, dale de comer pero no permitas que te coma a vos.

Pequeños tips, consejos para un infierno encantador.

miércoles, 1 de julio de 2015

Automatismos

1

En la oscuridad las ideas son más claras y la soledad acompaña al pensamiento en su viaje racional, en su delirio mental.

Brillan palomas, los aleteos originan brisas, vientos, huracanes.

El mundo se rompe en varias lunas, hay noche para rato.

Las palabras se posan en la medianoche, pájaros de plumaje estelar.

Hay una galaxia dentro de mi cuerpo, nacen estrellas, mueren estrellas.

Mienten ahora los silencios y se esconden en la lejanía de un ladrido de perro.

2

¿Qué cosa dice esa cosa que llamamos silencio?
Dios es orden y desorden y causas que no encajan en las consecuencias.
Es azar y microscópicos detalles en el ojo de la mariposa.
Un arquitecto del mundo incoherente, de rectangulares círculos polares, de corazones de ratón, de biología y desesperación.


3

Si el poema se me sigue negando, no me queda otra que escribir lo siguiente:





4

Una vez me dolieron los flechazos de tu mirada y desde entonces me causan pánico tus ojos.

Los ojos duelen porque están constantemente arrojando flechas y pensamientos incandescentes.

“Mi mirada nunca aprendió a llorar”…la mía, en cambio, aprendió con rigurosidad.



5

¿Y qué pasa si la hoja en blanco también es un poema?

martes, 23 de junio de 2015

El soñar, esa cosa rara.

El tiempo me deforma el pensamiento, un segundo que pasa y el pensamiento antes pensado se distorsiona y lo que antes fue una teoría sobre Dios es ahora un perro danzando sobre un gran hueso, festejando el fin de los días del hambre.
Imágenes que se van amontonando, personas que se transforman en otras personas, caras de gente conocida que adquieren caras de gente desconocida, me hablan con otras voces y a veces no pueden hablarme.
Algo terrible ha pasado en el sueño, porque uno de esos rostros desconocidos se aterroriza y sale disparado con las manos en el rostro. Yo estoy desorientado, no sé dónde estoy, no sé lo que sucede.
Me despierta el miedo de la confusión, me despierta el no saber qué pasa, mis ojos se abren y lo primero que veo es un haz de luz colándose por entre la puerta, partículas de polvo flotando en el aire, estornudo y sé, entonces, que ya estoy despierto.

lunes, 22 de junio de 2015

De vacuidades y delirios.

Ese precioso ejercicio lúdico de ponerle alas a la realidad.
Esa manía de dejar que a los sueños les crezca la barba, de verlos envejecer y disfrutar de su lenta mortandad.
De ilusiones y de chocar de frente con la decepción, de eso más o menos se trata la vida.
De venderle tu alma al rutinario tedio y tratar de entretener a tu oxidado cerebro.
Mirar el cielo que te tocó y ver nada más que azul y solo azul y que tus ojos se aburran.
Imaginar aves voraces que se comen el mundo como si fuera un gusano.
Almas vacías teorizando sobre la nada que nos mueve, corazones temblando más de miedo que de frío.
Ese delirio constante que te aplasta la razón, a él lo necesito. A ese hermoso delirio que salta de neurona en neurona y juega al niño que todavía soy.

sábado, 9 de mayo de 2015

Potencialidad

Un universo de sueños aun no soñados.
Un montón de palabras que nunca se dijeron.
Una canción que todavía nadie cantó.
Una voz que nunca se oyó pero que canta bien adentro.
Somos potencialidad, una luz escondida y apagada con la posibilidad de un futuro incandescente.

viernes, 17 de abril de 2015

Algunas de mis pretensiones poéticas.

-Inventar un lenguaje propio que tenga como condición indispensable la transmisibilidad de lo caótico-confuso, entendiéndose por esto a la cualidad de poder ser transmitido a través de palabras, que desprendiéndose de su significado literal y usando la ambigüedad, lleguen al lector de una manera directa, perturbante, inquietante, confusa. Pero no una confusión con la idea de la confusión misma sino como algo natural, algo propio del mundo, una naturalidad de la confusión y del caos que sea posible de ser transmitida.

-Las palabras deben ser sonoras, con alguna melodía que haga posible la musicalidad de las frases. La frase es la estructura del mundo poético, las frases deben poseer la fuerza y la eficacia de una sentencia.

- Escribir impulsado por una fuerza, automática y misteriosa. Dejarse llevar por la caótica emoción, por la desordenada inspiración. Que las musas no tengan horario fijo y que se presenten a “trabajar” cuando a ellas se les cante.

-Corregir es un acto voluntario e indispensable, hay que hacerlo. No hay que alterar el contenido, hay que corregir la forma, ajustar la musicalidad cambiando palabras menos sonoras por otras que hagan música o lo que es mejor: corregir el ruido de ciertas palabras reemplazándolas por palabras más calladas. El silencio es necesario y tiene que estar bien repartido. Ni mucho ni poco. Hay que ser equilibrado, aun cuando se trata de locura y caos.

-La poesía debe aparecer en cualquier lado, la poesía está en todas partes, forma parte del mundo. Los poemas vuelan como mariposas, se posan en la brisa, acarician a los arboles, se sientan en los bancos de las plazas, besan a las chicas. La poesía trabaja incansablemente en el sudor de un hombre con una pala. La poesía tiene motor de combustión interna, funciona a explosión, el combustible es la banal cotidianidad, la existencia misma. Ahora ¿cómo se atrapa? ¿Cómo detectarla? No cualquier mariposa volando es poesía, no siempre la brisa lleva consigo unos versos, no siempre hay un poema de Neruda acariciando los arboles y en los bancos de las plazas a veces solo hay gente hablando de negocios y chicas que no se dejan besar por versos de Benedetti. No lo sé, la poesía es misteriosa y las musas no tienen horario fijo.

lunes, 13 de abril de 2015

Pensamientos, reflexiones dispersas y músicas de aquel mundo interior.

Sobre la naturaleza.

El sol arde silenciosamente mientras la música de la brisa hace danzar a los arboles.
El rio fluye armónicamente mientras el aleteo de la libélula se le suma para aumentar la cadencia.
Una quietud impresionante precede al caos, una bandada de palomas que picotea el suelo decidió que la hora del desayuno terminó.
No entiendo por qué el sol arde tan silenciosamente cuando lo más coherente seria que crepite escandalosamente.
Las estrellas están cansadas de que las usen como metáforas, ellas solo quieren ser estrellas.
A la luna no le entra una sola cursilería más. Han depositado tanta dulzura en ella que creo que su singular blancura es por todo ese azúcar que le pusieron.
¿Y si el arcoíris fuera en blanco y negro, si tuviéramos los ojos y la mirada de un perro, nos parecería tan hermoso o seguiríamos pensando solamente en huesos?


Sobre los pensamientos.

Los pensamientos son una forma audible del silencio.
Los pensamientos se cansan de tanta realidad y se convierten en sueños.
Mi cabeza es un nido donde crecen ideas con alas.
La razón de ser de una idea alada es llegar a ese cielo donde se funden los arcoíris.
Hay que abandonar el método de la lluvia de ideas y empezar a probar con las tormentas de sueños.

Sobre una música

Una música alada, un poema marino
Un oyente que vuela, un lector nadando.

De mundos invisibles se nutren los ojos del alma.
De calladas melodías y silenciosos rugidos de mariposa.

Una canción pájaro, un poema pez.
Un oyente con plumas, un lector con branquias.

Sombras incandescentes que prenden fuego mi soledad.
Luces que opacan el sonido del silencio.

Una tristeza le sonríe a la vida
Una alegría con los ojos llorosos.

Una música-sombra, un oyente-luz.
Brotan del azul melodías de oro.

Hay una quietud con distorsión.
Un coro que canta los ecos de un grillo.

sábado, 4 de abril de 2015

Neruda y Yo.

NERUDA:
“¿Por qué los árboles esconden
el esplendor de sus raíces?”

YO:
¿Por qué los hombres esconden la espectacularidad de su singularidad, por qué los hombres esconden el maravilloso paisaje de su selva interior?


NERUDA:
“Es este mismo el sol de ayer
o es otro el fuego de su fuego?”

YO:
Así como nadie se baña dos veces en el mismo río, nadie se broncea dos veces con el mismo sol.

NERUDA:
“Dime, la rosa está desnuda
o sólo tiene ese vestido?”

YO:
No sé si la rosa está desnuda o sólo tiene ese vestido, lo que sé es que tiene un departamento de marketing impresionante.

NERUDA:
“Cuántas iglesias tiene el cielo?”

YO:
No sé pero en el infierno inauguran una todos los días.

NERUDA:
“Por qué se suicidan las hojas
cuando se sienten amarillas?”

YO:
Luis Alberto decía que todas las hojas son del viento, quizá esa sea la respuesta.

NERUDA:
“Puedo preguntar a mi libro
si es verdad que yo lo escribí?”

YO:
Si el libro ya está escrito no es tuyo, es de los lectores y sobre todo de las editoriales.

NERUDA:
“Por qué viven tan harapientos
todos los gusanos de seda?”

YO:
Creo que por la misma razón que en casa del herrero hay cuchillo de palo.

NERUDA:
“Hay algo más tonto en la vida
que llamarse Pablo Neruda?”

YO:
Por supuesto, hay gente que se llamó alguna vez Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, eso si era tonto.

viernes, 3 de abril de 2015

El ángel

En ese sueño particular, recuerdo con precisión que aquel ángel me dijo:
Te voy a escuchar atentamente solo cuando aprendas a ser amigo del silencio, seré todo oídos cuando aprendas a callarte.

Dijo también, con determinación y creyendo fielmente en sus palabras, que lo mejor es ser fundamentalista del azar y la casualidad, ir por tus sueños con apasionada ceguera, preparar tus alas para cielos turbulentos y abandonar la seguridad terrenal de las rutinas.
Y luego añadió:

Es raro que un pájaro salga en busca de su jaula, sin embargo eso hacemos.
Y recuerdo que yo le decía como queriendo contestarle:
Tengo ganas de escribir una canción con todos los silencios que guardé.
El ángel empezó a hablar cada vez mas rápido, sus palabras fluían a una velocidad difícil de seguir. Al final era casi incomprensible, solo se podían distinguir ciertas palabras debido al énfasis que ponía en su enunciación. Las palabras que resonaban con estruendo y claridad eran las palabras SILENCIO, SOLEDAD y MUERTE.
La escena se volvió borrosa, se fue desvaneciendo. Poco a poco perdían el color los objetos y sobre todo el cielo, que pasó de un nítido azul a una opacidad grisácea.
Me desperté bruscamente como si algo me sacudiera. Me senté en la cama, traté de recordar cada detalle de lo que hace unos segundos estaba soñando, entonces anoté algunos detalles en mi libreta para sueños que siempre está haciendo guardia al costadito de mi cama.

martes, 24 de marzo de 2015

Humanidad de plástico.

Les comento algo que me pasó hace un par de días atrás y que me dejó un tanto intranquilo. Estaba en el rio pescando, era tarde ya, como las 20:35, con la luz de la tarde extinguiéndose poco a poco, no así el calor sofocante que por esas horas se siente casi con la misma intensidad que a las cuatro de la tarde. De pronto, mientras me disponía a realizar un nuevo lanzamiento con mi caña con su anzuelo bien provisto de lombrices, vi que una botella flotaba en el rio, atrapada por un remolino en las raíces sobresalientes de un sauce. Su forma extraña y sobre todo el color metalizado del material me llamaron la atención. Era una botella de una largura poco común, parecida a un pepino. La mire con detenimiento durante unos minutos largos y decidí, impulsado por la curiosidad y ayudado por el calor, ir en su búsqueda. Me zambullí al río con mucho placer y antes de nadar hacia la botella di vueltas un largo rato disfrutando de la frescura del agua. Por fin nadé hasta el pozón arremolinado donde flotaba la botella y ayudándome con las ramas que colgaban del sauce tomé la botella y volví a la orilla.
Era realmente un objeto extraño, la marca comercial del producto, que al parecer era una bebida gaseosa, estaba impresa con una tipografía extraña y el idioma me era totalmente desconocido. Giré la tapita para abrir la botella y me fijé si contenía todavía algo de líquido. No salió nada liquido de su interior, pero al observar con mas detenimiento, cerrando un ojo y con el otro mirando por la abertura inferior, pude ver un rollo de papel atado muy prolijamente con una cintita roja. Sin mucho esfuerzo lo saqué del interior, le desaté la cinta y lo que había era un texto escrito en español que les reproduzco literalmente:

Hola ser humano del pasado:

                                             Te habla un ser humano del futuro. Estoy en el año 2095 y te escribo para contarte un poco como es vivir en estos días del futuro. A continuación te voy a describir a grandes rasgos lo que es esta humanidad de plástico con la que me toca desgraciadamente vivir:

En esta humanidad de plástico los sentimientos son artificiales, los corazones bombean aire, las venas están huecas.
En este futuro de plástico hay cabezas para el consumo ejecutando pensamientos mecánicos. Hay rostros con gestos autómatas de hombres inertes, hombres que padecen dureza en el alma.
En esta humanidad de plástico los hombres duermen y ya no sueñan. Han conseguido la máxima eficiencia del tiempo, el ocio ha sido erradicado.
Para conseguir esta tan anhelada humanidad de plástico, han alargado la vida en años pero han sacrificado el amor. Los hombres ya no se abrazan, no se toman de la mano, no son impactados por la furia incandescente de un beso.
La cultura de la humanidad de plástico es la cultura de la extrema superficialidad. Se les enseña a los niños que la apariencia es todo y que la apariencia nunca engaña. Por cada año de vida, es decir, por cada cumpleaños se les regala un nuevo combo de prejuicios, un manojo intacto de nuevas ideas preconcebidas.
No existe el arte en la humanidad de plástico. Tomando la idea de un libro de Ray Bradbury, prohibieron para siempre la lectura de libros, también por supuesto la escritura. A cualquiera que cometa el crimen de leer o ensayar tan solo la idea de escribir un cuento se lo condena a muerte. Por otra parte, distinto destino tuvo la música, quizá la forma de felicidad mas difundida en todo el planeta antes de la llegada de la humanidad de plástico. No sufrió la prohibición sino algo mucho peor: fue condenada al olvido. Para conseguir semejante objetivo se inventó una droga que al inyectársela a los recién nacidos, de forma obligatoria, se les borraba del ADN (o del alma), la posibilidad de interpretar, concebir o procesar eso que antes llamábamos música y que despertaba las mas diversas reacciones emocionales.
Esta siniestra humanidad de plástico aniquiló los bosques, consumió la totalidad de la vida en el mar y en los ríos, los peces comestibles y los no comestibles. Los cultivos ya no prosperaron, pues la tierra dejó de ser fértil después de la gran guerra de los drones químicos.
La población se redujo drásticamente a unos cientos de miles de habitantes desparramados a lo largo del mundo. Por supuesto, este número reducido de habitantes correspondía a integrantes de familias adineradas que pudieron pagar el monto altísimo que se requería para poder habitar en los refugios de atmosfera respirable. De alguna manera, que es extensa de explicar, no formo parte de esos refugios. Vivo junto a unos cientos de personas en un lugar marginal de esa siniestra civilización. Aquí, seguimos viviendo a la manera de los viejos tiempos. Nos gusta conversar mucho, contarnos cuentos, anécdotas, tocamos la guitarra, hacemos canciones, cantamos, reímos y cada tanto lloramos. También nos dedicamos a escribir y es prueba de ello esta carta, que no pretende ser más que un relato fiel de nuestro mundo. Tal vez también te sirva como advertencia, para estar más atento, para que de alguna manera no dejes que ese mundo tan diverso y hermoso que habitas en tu presente se convierta en este futuro oscuro y artificial.
Te saludo con la esperanza de que esto te llegue intacto y te impacte de manera positiva. Ya hemos enviado muchas cosas al pasado pero la verdad es que la tecnología de los agujeros de gusano es nueva, la maquina aun presenta fallas y no sabemos si lo que enviamos al pasado realmente llega. Espero que así sea. ”


sábado, 21 de marzo de 2015

Breve entrevista conmigo mismo

¿Qué es la vida?

Una película sin guión, donde te pasa lo que te pasa. Es también un misterio y una secuencia caótica de acontecimientos. La vida se parece o se debería parecer a las novelas de Paul Auster. Allí los personajes tienen una vida regida por los designios del azar donde experimentan crisis al verse atravesados por circunstancias desfavorables, o situaciones que no estaban en sus planes.

¿Qué hay que hacer con la vida para que sea más o menos interesante?

Ponerle el cuerpo a la vida ya es mucho, ponerle el alma es todo.
En realidad, no hay una manera de vivir, aunque los dogmas religiosos, y de todo tipo, insistan en que si las hay. La única regla sería: vivir sin reglas, avanzando ni tan rápido ni tan lento, respetando la velocidad del corazón.

¿No te parece demasiada comodidad dejar que el mundo gire mientras vos estas demasiado quieto?

Reaccionar cuesta, estar cómodo siendo una estatua no.

¿Y que sucede cuando se apaga la vida? Es decir, ¿qué sería entonces la muerte?

Creo que no puedo contestar esa pregunta, carezco de experiencia, es decir todavía no me he muerto nunca.
Aunque si me esfuerzo un poquito te puedo contestar lo siguiente: la muerte es el fundamento de la vida, sin muerte tampoco hay vida, es una dualidad inevitable e indispensable. De hecho el hombre vive porque sabe que va a morir…bueno, algunos.

¿Qué hacer a la noche?

Escribir poemas, leer novelas, mirar fotos para llenar de nostalgias los insomnios.

¿Qué significa para vos la lectura o los libros?

La idea no es leer libros con la intención de aprender algo. Se lee por el placer mismo que implica la lectura, se lee por el placer de leer y listo, sin pretensiones de ningún tipo.
¿Y la escritura?

Cuando se escribe se entra en un territorio hostil, las palabras te hacen la guerra y a veces te matan. Cuando se escribe se entra en un territorio bélico, las palabras están armadas, cargadas de sentido, de malas intenciones y a veces, o casi siempre, te ganan la guerra a cañonazos.

¿Qué es la poesía?

Definir la poesía, dar al menos una aproximación sobre lo que es me parece imposible o por lo menos bastante difícil.
Lo que se me ocurre, lo que creo, es que la poesía es por definición indefinible, una hermosa contradicción.
La poesía está en todas partes y si no se la puede definir se puede por lo menos dar ejemplos: La naturaleza misteriosa de la existencia es poesía, la noche estrellada y un tipo mirando hacia arriba, el niño que se hamaca en una plaza y que aun no conoce la ilusión del tiempo, la eternidad de la sonrisa de ese niño, labios impactando sobre otros labios, la violencia hermosa del amor desenfrenado, la efímera pasión del enamoramiento, la música de una guitarra que se desprende, se bifurca, se ramifica en el aire y te llena los tímpanos y el corazón. Poesía es también cuando las palabras logran expresar las emociones que son difíciles de expresar, es por lo tanto una forma eficaz del lenguaje.

viernes, 6 de marzo de 2015

De aquel universo que se comunica.

Comunicar lo incomunicable usando el silencio como instrumento de cuerda.
Decir lo indecible usando los ojos como instrumento de viento.
Silencios con melodías, miradas musicales, hay toda una orquesta en tu rostro.
Siempre hay algo más si observas en el fondo y no te atrapa la superficie.
Ser sensible en la sombra, sentirse bien en la noche, usar la oscuridad como una candela.
Tenerle miedo a la luz, prenderle fuego a la cordura, usar los pensamientos como cuchillos.
Planetas girando, lunas orbitando el corazón, alegrías y miedos, todo un universo interior que se escapa de vos, que se refugia de vos.


miércoles, 25 de febrero de 2015

Lo que quiero y lo que no.

No quiero tener un futuro asegurado, quiero ser atravesado por los designios del azar.
Quiero ir por la vida poniendo un pie, luego el otro y ver que me va pasando.
Quiero sentirme una pluma a la deriva o una semilla de diente de león flotando en el aire.
No quiero ser un proyecto, quiero ser una burbuja llena de sueños. Quiero explotar y esparcir esos sueños. Quiero inundar de onirismo la realidad.
Quiero cubrir de pájaros el aire y dejar que la brisa de los aleteos oxigene el mundo.
No quiero leyes pero quiero que soñar sea legal. Quiero contradicciones.
Quiero que del suelo broten poemas y que los libros sean mariposas.

jueves, 19 de febrero de 2015

Con la palabra

Con la palabra noche se nombran miles de cosas.
Lo oscuro,
lo que calla,
lo que duerme…

Con la palabra amor se ha forjado un gran imperio de ficción.
Miradas que se dicen todo,
encantamientos a primera vista,
besos furiosos,
abrazos violentos
todo el artilugio de la pasión.

Con la palabra música hicieron cantar al silencio,
pusieron a bailar los ruidos,
llenaron de melodías a la tan callada soledad.

lunes, 16 de febrero de 2015

Que feo, que triste y que lindo.

Que feo evitar ponerse triste porque la corriente del mundo te dice que permanezcas en el confortable mundo de la felicidad idiota y ciega.
Que triste esperar que el otro sea todo. Que triste esperar mucho cuando vos mismo sos la representación física de lo poco.
Que lindo navegar por los mares de la música a bordo de la guitarra flotante de Skay Beilinson. Que lindo navegar y navegar.

Que feo vivir con la intención constante de aplastar al otro como un gusano para sentirse mejor y alimentar así a tu egoísta corazón animal.
Que triste tener miles de ideas geniales y no tener un lugar en el mundo donde dejarlas caminar.
Que lindo estar al costado del mundo y ver pasar las modas a toda velocidad.

Que feo que a tu vida la gobierne la rutina, que feo no fracasar, que todo te salga bien y que logres todo lo que te propongas, que feo ser tan perfecto.
Que triste tener actitudes mala onda con gente piola para caerle bien al grupito de forros. Que feo ser un forro para pertenecer.
Que lindo dejar de creer en paraísos y en dioses llenos de ira, aceptar con alegría tus infiernos y vivir abrazado a tus demonios.

Que feo estar en el mundo con la carga constante de ser alguien.
Que triste tener tener el cuerpo lleno de libertad y que te ocupes cotidianamente de no dejarla salir.
Que lindo escuchar música a niveles de volumen destroza tímpanos, tomar cervezas con amigos, tirarse al río en verano. Que lindo emborrachar el alma de libertad.

Que fea, que triste y que linda es nuestra condición de humanidad.

martes, 10 de febrero de 2015

Descubrir un mundo, hacer un poema

Desenvainar un verbo y luchar contra la tan temida hoja en blanco.
Poner palabras en el lugar que ocupaba el silencio.
Llenar el espacio de metáforas y de abstracción la realidad.
Descubrir un mundo, hacer un poema.

Decir lo indecible, hacer visible lo invisible.
Encontrar melodías armónicas donde siempre hubo ruido caótico.
Ver de pronto un mundo de flores en los desiertos del alma.
Descubrir un mundo, hacer un poema.

Palabras como pinceladas sobre un lienzo.
Dibujan lo que callo, le ponen colores a mis grises.
Descubrir un mundo, hacer un poema.

Despertar al ángel que duerme y cubrir de paraíso mis demonios.
Sublimar mi sed de sangre asesinando las reglas del lenguaje.
Descubrir un mundo, hacer un poema.

Usar las palabras como dagas.
Hundirle un verbo a la hoja en blanco y ver como se desangra un sentimiento
Descubrir un mundo, hacer un poema.

lunes, 2 de febrero de 2015

Pequeños milagros.

En algún texto anterior escribí algo así como que habría que leer un poema en horario de trabajo para hacer tambalear la estructura del mundo. Bueno, no sé si con eso se empieza una revolución pero por lo menos se transgrede la cotidianidad.
Imagínense a un tipo atrapado en la rutina laboral, en alguna oficina de las millones que hay en el mundo. El hombre está dedicado enteramente a resolver cuestiones en muchos casos rutinarias. Hablar por teléfono con algún cliente o proveedor sobre la entrega de un producto o la buena prestación de un servicio. Recibe quejas, tiene que ponerse tenso, tiene que resolver de buena manera los conflictos de la relación comercial. Para eso acude a su ingenio, mas al ingenio y la astucia que le enseñó la experiencia que la teoría que le enseñó la escuela. Bueno, el hombre recuerda que mientras venia del trabajo, en un semáforo, un vendedor callejero, un joven, le ofreció una bolsita con golosinas y de regalo un libro de bolsillo. Pero literal, un libro que cabe en un bolsillo. Al hombre no le gustan mucho las golosinas pero le atrae la idea de un pequeño librito, al menos como algo raro o como un objeto estéticamente agradable, un libro en miniatura, con las letras muy chiquititas. Compra las golosinas y recibe de regalo su libro.
Mas tarde en la oficina, el tipo saca del bolsillo su pequeño tesoro, solo para husmearlo un poco mas, ni siquiera con la pretensión de leerlo, simplemente para hojearlo, mirarlo, darlo vuelta, metérselo al bolsillo de la camisa, volverlo a sacar. De alguna manera el pequeño objeto ejerce una fascinación incomprensible para él. Es una especie de hechizo, el hombre está embrujado, el diminuto librito lo tiene atrapado. Juega un rato mas con él, luego lo guarda de nuevo en el bolsillo de su camisa. Entre tanto, el caótico quehacer de la oficina sigue su rumbo: papeles sobre el escritorio, ruido de teléfonos que tardan en responderse, ruido de maquinas fotocopiadoras e impresoras y mas ruido de teléfonos.
De pronto su paciencia se acaba. Deja que suene el teléfono, ya no quiere responder más. Se levanta con bronca, se dirige hacia el baño. Cierra la puerta y se sienta en el inodoro, saca el pequeño librito, lo abre más o menos por la mitad. Él no es corto de vista y a pesar de las diminutas letras puede ver el titulo sin esfuerzo: “Soledades y distancias”. Lee tres líneas:

Hay Corazones llenos de silencios que cantan sin ser oídos.

Latidos mudos haciendo canciones de amor.

Y en el medio soledades y distancias.


Lo cierra, levanta la cabeza y como queriendo hacer una reflexión se queda unos segundos inmóvil mirando el techo.
Mientras tanto allá afuera (afuera del baño) el mundo sigue caótico, pero el hombre ya está mas tranquilo.

jueves, 29 de enero de 2015

Días en que la muerte me piensa.

Un sentimiento de extremo desasosiego, una inquietud de proporciones infinitas y solo medible en lagrimas y en cantidad de vacío existencial.
Más o menos eso se siente en los días en que la muerte me piensa, o es lo que se puede decir en pocas palabras.
Cuando tu alma se oscurece y se llena de vacuidades y de pensamientos de muerte, entonces las canciones incandescentes que antes te prendían fuego ya no resultan.
Cuando la tediosa rutina gobierna cada paso, cuando premedita tu aburrimiento diario y te dicta cuando llorar y cuando reír, entonces tu alma está perdida, tu corazón hace rato está muerto y tus huesos lo saben.
Siempre tuve la impresión de que el mundo no era para mí. Lo confirme hace poco. No me lamente ni me puse triste ante tal confirmación. Lo que puede hacer un hombre es poco, lo que puede hacer el azar es mucho. Me tocó esto y no aquello.

sábado, 24 de enero de 2015

La parodia insoportable.

En el gran teatro que es la vida, siempre tenemos varios disfraces para presentarnos ante los demás. Por alguna razón, casi siempre elegimos ese disfraz que se parece mucho a una coraza impenetrable. Quizá por el miedo que el otro nos provoca, quizá porque intuimos que el otro es agresivo y queremos estar lo mas protegido posible. Tal vez porque odiamos desnudarnos y ser nosotros.
Desnudarnos, mostrarnos tal cual somos y quedar expuestos. Creer que se demuestra debilidad al mostrar nuestros sentimientos más nobles. Nos quieren duros. Nos quieren estatuas. Nos venden la seriedad adulta y la madurez cuando queremos seguir jugando.
Disfrazarse de algo distinto a lo que realmente somos es escapar de uno mismo. Fingir para seguir teatralizando la parodia insoportable de la vida. No es un lindo plan a seguir, ni tampoco una deseosa filosofía de vida. Y sin embargo ahí estamos, listos para ponernos nuestra careta más útil y dibujar una sonrisita antinatural en nuestro rostro cansado de falacias.
Nos quieren mecánicos, rutinarios, predecibles, nos quieren automáticos y dóciles, nos quieren pacientes.

domingo, 18 de enero de 2015

Necesidades

Necesito una realidad que orbite cerca de mis sueños y que tenga una alta probabilidad de estrellarse con ellos.
Necesito una tonelada de emociones para mi hambriento corazón, un puñado de recuerdos que duelan y algunas lagrimas para la sed de mis ojos.
Necesito imaginar para detonar mundos y espantar a los fantasmas de la completud, hacer de la mente una nave intergaláctica y habitar planetas extraños, asesinar a la normalidad.
Necesito Llenar mis oídos de música y silencio y erradicar para siempre la ruidosa enfermedad de la rutina.
Necesito hacerme amigo de mis demonios, enojarme con mi estúpida bondad. Necesito dejar de prometerme cielos y aceptar con alegría mis infiernos.

jueves, 15 de enero de 2015

Pensamientos alados.

Cuando la noche cae se levanta mi pensamiento y erige grandes ideas sobre el silencio nocturno y sobre la hoja.

Cuando el insomnio tiene el aroma de tus besos es muy difícil hacerlo dormir. Tus recuerdos suenan fuerte y tu mirada me mira desde un pasado aun no pisado.

Cuando el mundo deja un poquito de girar, en esas horas de la noche, se detiene mi paranoia diurna, se detiene el reloj.

La noche esta llena de mosquitos y de pensamientos alados. Te vuelan al ladito de la oreja. Molestos, incómodos, te pican, te hacen sentir que estás vivo. 

lunes, 5 de enero de 2015

Aun quedan mariposas

Que aburrido tener la cabeza llena de certezas. Saber que mañana la rutina sigue, que no se rompe, que permanece intacta.
Que feo pensar que hemos sido programados, configurados para seguir una línea, un camino recto, sin piedras, cómodo, donde se ve de lejos el final.
Que lindo pensar que a la vida no le importan tus planes y que todo puede suceder, que el mañana que planeaste se desarma en mil pedazos, que el camino tiene curvas pronunciadas y que somos proclives al accidente.

Que aburrido que alguien te trace el camino y que te diga porque lugares andar, que aburrido que alguien que no sos vos diseñe cada paso de tu viaje.
Que feo los seres autómatas, los de músculos mecánicos de latidos inertes. Que horribles maquinas carentes de imaginación. 
Que lindo saber que en mi mente aun quedan mariposas y que las flores del mundo siguen floreciendo.