martes, 29 de diciembre de 2015

Palabras, huecos.

Pensamientos que danzan siempre al ritmo del mismo tambor.
Repeticiones mentales, ideas recurrentes.
Mi cabeza no conoce otra música.
Mucho delirio suelto.
Ya no sé qué nombre ponerle a mi locura.
La lapicera ensaya una música, va tapando los huequitos del silencio.
Pero al instante de poner una palabra otro hueco aparece.
Más vacío, más silencio.
Las palabras también son oquedades.
Las palabras están llenas de nada o son la nada misma.
Hay un agujero y es grande.
Una negrura extraña, una oscuridad que no alcanza a engendrar el miedo.
Las palabras son huecos tapando huecos.
Silencios queriendo callar al silencio.

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