Las palomas no vuelan porque tienen alas, les gusta mucho el cielo.
A mi me gusta la música, la cerveza y las minas que me dicen que no.
Sufrí la verdad de mis mentiras, le creí al niño en la nube.
Nunca quise creer lo que soy, ni lo que querían que sea.
Siempre en las nubes, siempre en el azul.
No les creo más a los hombres que miran el cielo y ven un dios vengativo, un dios apuntando con el dedo.
Creo en el recuerdo de los niños en mis sueños, quiero avanzar hacia atrás.
Y dicen las palabras escritas hace mucho, las palabras sagradas: debes temer.
Como si no tuviera mucho con esta película de terror.
Los muertos siempre tienen más hambre que los vivos.
Y los sueños te persiguen y quieren ser realidad.
Las calles están caminando hombres de zapatos negros de muchos viajes.
Sos un caos más en este manojo de casualidades.
El azar siempre te gano, no conociste nunca la suerte de tu lado.
Fueron mas los años que cayeron que los que pudiste tirar por la ventana.
Dos milenios y un par de décadas no son nada, no para aquel que nunca mira para atrás.
Siempre quise ser polvo en el viento, polvo en las narices, y andar veloz por tus arterias, volar rápido como esos unos y ceros en los cables, como eso unos y ceros.
PATRICIO ESTELAR