martes, 9 de agosto de 2011

Los colores de una experiencia irreal (agujero negro)


Los lados más claros de la oscuridad resultan agradables cuando brillan mis sombras.
Los tormentos de la tormenta interna hacen ruido por las noches de luna nueva.
Mis manos quieren tocar los suaves espacios de la misteriosa esencia de primavera,
Los pies cansados de tantos caminos recorridos se levantan a dos metros del piso y comienza el cuerpo a levitar.
Los sueños soñados de una vida se amontonan en una gran nube azul y comienzan a llover ilusiones, las gotas verdes suaves tocan el piso y se convierten en sapos que saltan al ritmo de una melodía fantasmal que sale de los oídos de un niño sentado al pie una montaña.
Cambia la luna de forma y adopta la estructura de un ojo con pupilas titilantes.
Se mueven los pétalos de las rosas doradas y se posan en ellos las mariposas purpuras que traen el amor cargado en sus alas.
La visión se torna difusa y desaparecen poco a poco las formas que forman el cuento irreal.
Busco una salida por el puente formado por la anaconda gigante y me caigo al vacio cuando esta se mueve zigzagueante impulsándose por la energía del viento.
La velocidad de la caída aumenta con el paso del tiempo y a la hora ya voy alcanzando los trescientos mil kilómetros por segundo.
Transformado en una partícula viajo en la incertidumbre de mi existencia y termino donde todo empieza, donde todo paso, donde todo sucede.     
Patricio estelar

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