lunes, 1 de agosto de 2011

LAS ALAS ARMONICAS

Solo la tranquilidad de la brisa y la paciencia de las hojas de los arboles en la altura.
Solo la inocencia de una niña y su muñeca de trapo, solo la ilusión de un sueño adolescente, solo la pasión de una rosa y sus pétalos, solo el ocaso y su color naranja.
Solo las alas armónicas que asoman de la espalda curva del ave que descansa en el charco.
La tierra alrededor del sol, la luna que baila en círculos, la danza nocturna de los astros.
La belleza oculta de los grillos que cantan, la escondida calma de un pichón durmiendo.
Solo esa original y autentica belleza es comparable a la tuya.
Y si los brillos melancólicos del reflejo de la luna en el rio me tientan hacia la muerte, buscare en el fondo del corazón aquellos recuerdos lindos, aquellos tesoros amontonados bien adentro en algún lugar.
Y si como muchas veces caigo en la tristeza, evocare aquel beso perfecto que nunca fue.
Me transportare mediante los ecos de mi voz hasta los contornos suaves de tus labios.
Me desintegrare en las brisas de la mañana de primavera y formare parte del aire que entre en tus pulmones.
Seré el sol del mediodía, la luna de noche estrellada, seré el combustible de tus sueños.
Seré un viajero improvisado en tú helado y oscuro corazón.
Seré las horas no contadas, el tiempo eterno que ningún reloj pudo llevar.
Seré lo que quieras que sea si quieres que sea tuyo.
Será la totalidad, seré la complejidad, seré los mundos que no pudieron ser.
Y es que son parte de mi; la filosofía de una pluma en el aire, la melancolía que transita en las hojas caídas del otoño, la metafísica de tu alma, la abstracción de tu cara y los sueños de los rincones de tu espíritu.

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