sábado, 29 de agosto de 2015

Construcciones sobre el silencio.

El ruido caótico de la civilización se asusta cuando el silencio grita.

Al silencio le gusta cantar usando la mirada como si fuese una guitarra.

La poesía es para el silencio un espejo donde le fascina mirarse.

Cuando el silencio se pone a cantar todo mi ruido mental se calla.

No siempre el que está callado está gritando por dentro, a veces solo está disfrutando de su propio silencio.

Si el mundo se callara más y gritara menos podríamos oír el silencio de los demás con mayor definición y profundidad.

viernes, 28 de agosto de 2015

La noche me piensa

Siento que los libros me leen y que la noche me piensa.
Siento que el silencio me habla y me revela un millón de verdades.
Y entonces le pongo palabras a ese sentimiento.
Y entonces me digo que quizá la poesía es simplemente eso: ponerle palabras a un sentimiento, decir lo que el silencio revela usando el silencio mismo, contar lo que los libros me leen, indagar sobre porqué la noche me piensa.

jueves, 27 de agosto de 2015

Imágenes que el tiempo ha borroneado.

La palabra pasado suena gigantesca, pero cuando hablamos del nuestro, de nuestro pasado, simplemente nos referimos a esa serie ínfima de recuerdos buenos y de recuerdos malos. La mayor parte de nuestro pasado, gracias a Dios, se olvida.
En el olvido yace todo aquello que luego vive en el inconsciente y que posteriormente emerge en la mecánica del sueño, en la neurosis cotidiana, en la locura hermosa de algunos textos.
La demencia del inconsciente me fascina, me fascina su verdad. Porque si es que hay verdades, están ahí y en ningún lado más.
La poesía está repleta de automatismos y también de pretensiones de sublimidad. La poesía está loca y a veces se quiere hacer la cuerda. La poesía, la verdadera, siempre dice la verdad. Pero hay poemas que mienten y contra ellos hay que luchar. Exceso de retórica, abuso metafórico, frases llenas de pomposidad, poesía que no dice la verdad.
Y para no perderme. Retomando aquello del pasado y del recuerdo y del olvido, creo que la poesía juega, en otras cosas, a meterse con aquello que olvidamos. Se trata en parte de escribir en presente las imágenes del pasado, aquellas que el tiempo ha borroneado.

martes, 25 de agosto de 2015

7 mil millones de mundos.

No solo cada persona es única e irrepetible, además cada persona implica una visión concreta del mundo. Es decir, somos 7 mil millones de mundos, cada uno distinto a otro.
En primera instancia, lo que tus ojos ven parece ser lo mismo que mis ojos ven, pero en realidad cada persona mira distinto. Quizá para vos el mundo es cuadrado y para mi es Redondo, para algunos tendrá formas triangulares y otros lo conjeturarán de maneras no geométricas, esto último tal vez sea lo mejor, la manera más libre de concebirlo.
Estamos tan ocupados de nosotros mismos que a veces no vemos a la persona que tenemos al lado. El uso y abuso excesivo de nuestro ego nos pone ciegos. Esa ceguera anula al otro o lo transforma en una nada. La vida del “Yo y aguante Yo” nos hace peor que el calentamiento global.
Prestarle un oído al otro para que te cuente la diversidad de su mundo, algo tan simple, algo tan difícil. Mirar con ojos de otro, sentir con la piel de otro, llorar con su dolor, disfrutar su felicidad. Convertir la empatía en una forma de vida. ¿Qué tan difícil es ese anhelo?
7 mil millones de mundos y nosotros ahí, atrapados en el nuestro. Que poco aventureros somos, que grande es nuestra enfermedad.

martes, 18 de agosto de 2015

Sobre esos segundos al despertar.

De pronto el impacto sonoro del silencio, la escucha de lo que es inaudible.
Una nada se mueve en el espacio que dejó el sueño.
La inconsciencia despertó pero el inconsciente sigue ahí.
Una especie de amnesia temporal, un instante que es honda oscuridad.
Lo ayer soñado está fresco, las imágenes son aun nítidas, la realidad ya comenzó a borrarlas.
Un rato después, toda la magia fue invadida por la idiota cotidianidad, por el maldito tiempo, el ilusorio arte del reloj.

jueves, 13 de agosto de 2015

El oxígeno de la poesía.

No tengo dogmas de ningún tipo, no tengo religión, pero si tengo, como todos, una excesiva suma de rituales y ceremonias cotidianas.
No creo en duendes ni hadas, ni en esa cosa que llamamos Dios, no creo en bondades ni maldades, tampoco en ángeles y demonios.
Creo en el oxígeno de la poesía y en el profundo respirar de los poetas.
Creo en Vicente Huidobro y en su viaje en paracaídas.
Hacer un poema como la naturaleza hace un árbol.
Hacer un árbol plantando semillas o palabras, hundir las raíces en el terreno del lenguaje, escarbar hondo, llegar donde nadie llegó.

martes, 11 de agosto de 2015

El día que el mundo se detuvo.

Ella me miraba de reojos, yo la miraba de reojos, mientras una canción de amor flotaba en el aire.
Eran ojos que lo decían todo, miradas que aprendían a cantar.
No tuve más remedio que acercarme a ella, con el corazón en la mano y los sentimientos al desnudo.
Dije “hola” y en ese “hola” temblaron todos mis miedos.
Ella sonrió, y entonces el mundo se detuvo.

lunes, 10 de agosto de 2015

Somos

Somos ese complejo manojo de reacciones químicas que un día, por antojo del azar, o de no sé qué, o de no sé quién, decidió fundar la vida.
Somos monitos soñadores, creadores de la pesadilla llamada pensamiento.
Somos ese pequeño monstruito, que prende fuego todo lo que toca.
Somos esa invisible oscuridad que deambula en esta nada que nos mueve.
Somos energía potencial, esa calma que algún día será explosión. La supernova más hermosa, la existencia incandescente, que con espectacular blancura colma el universo.

lunes, 3 de agosto de 2015

Por eso la poesía.

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"Yo no sé de pájaros,
no conozco la historia del fuego.
Pero creo que mi soledad debería tener alas." Alejandra Pizarnik.







Las palabras no alcanzan a decirlo todo, por eso las fotos, por eso las miradas y la danza caótica de la gestualidad. 
Las palabras no alcanzan a nombrar el vacío existencial, la desgarradura metafísica, quizá por eso el silencio, quizá por eso la poesía.
Las palabras rondan, están siempre en el límite pero nunca se meten en el centro del asunto.
¿Quién podrá obsequiarme un silencio así, tan bonito, para olvidarme de estas fracasadas palabras? La respuesta: ALEJANDRA.
Alejandra, a la que no le gustó el jardín y quiso ir nada más que hasta el fondo.