viernes, 19 de abril de 2013

Las tardes ganadas


La tarde dibuja pensamientos. La música que sale de los parlantes los pinta de colores chillones. El ruido de los motores de algún camión que pasa veloz e imponente sobre la calle de piedra envuelve el ambiente de un caos sonoro propio de las grandes urbes. Pero vivo en un barrio humilde alejado del gran desorden organizado del mundo. En estas tardes me las paso abrazado a soledades. Gritando silenciosos sueños. Imaginando mundos donde caben mis planes y mis proyectos de ave que vuela infinitos universos.
Se me angustia el alma y se me acelera el tiempo. Pienso en la muerte, me pregunto por lo que fue y por lo que pudo ser y no fue. Saco conclusiones calculando actitudes que nunca tuve, multiplicando oportunidades que nunca llegaron a darse o nunca supe darme.
Medito y pienso emocionalmente. Mi corazón sufre de mi reflexiva manera de ser. Mi corazón siempre esta cargando el peso pesado de mi ser. Mi corazón me sufre.
Tardes existenciales de practicidad cognoscitiva de mi yo mas autentico. Tardes donde la música me evoca recuerdos de todo tipo y cualquier ruido se hace sinapsis. Son las tardes que me gustan. Las tardes ganadas. Porque aunque me angustie o la tristeza me habite por un instante me pregunto y me conozco. Y cada tarde de estas tardes me conozco un poco más y me acerco a mí mas adentro. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario