El río se cayó del cielo porque las estrellas dejaron de
sostenerlo.
La luna se canso de ellas y se fue sin avisar a dormir a
una gran nube blanca.
Yo estoy vacilando, mortificado por los bichitos que
rozan mi piel helada.
Tengo mis días de verano contados y tropiezo con el sol
cuando me pierdo en el cielo.
Bloqueo mi corazón para sentir el frio de la gente, busco
y encuentro sin problemas manos cálidas que me tocan.
Un sueño de siesta fugaz tiene más acción que los caracoles
en las piedras.
Respiro mas lento cerca de los arboles, el verde me
tranquiliza, los arboles tienen paz.
Todo es poesía, hasta los troncos muertos que tocan el rio,
los insectos de la tarde y los ruidos lejanos y débiles de un motor trabajando
en lo profundo de la ciudad.
Buenisimo "Zip"!!!
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