Ya no me silencian más aquellos ruidos.
Me ahogue en un desierto de emociones.
Pude ver más allá de mis ojos.
Mis oídos siempre imaginaron sonidos nuevos.
Aquel barco que navego y naufrago en alguna isla llevaba los
fantasmas que durante mucho tiempo me asustaron.
Ya no dejare que ningún tormento ahuyente mi tranquilidad.
Ya no soy aquel al que se lo comían las bestias hechas de aire.
Voy a cantar eternamente la canción del inconsciente.
Dejare mi destino a la suerte del azar.
Cambiare las luces por lo que no puedo ver.
Cambiare la luz por la sombra.
Dejare de hablar si es necesario, gritare cuando algo muy
profundo quiera salir de mí.
Me canse de la vida con sus reglas.
Me canse de la rutina del destino.
Voy a ser lo que tenga que ser y viajare rápido con mi corazón
en la mano.
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