En un mundo que grita, la timidez no brilla.
Demasiado apagado para este mundo incandescente.
El silencio no tiene departamento de marketing, igual mi poesía intento gritar.
No necesito cannábicos humos ni falopas ninguna.
Nací drogado del alma, con el espíritu en otra parte y lamentablemente con los pies en la tierra.
Improviso melodías juntando palabras, armo frases buscando a Dios y soy agnóstico como la piedra y el aire.
Leer es la única manera de volar sin tener alas. Escribir es construir tus propias alas, pluma por pluma. Escribir es destruir el paraíso y construir un infierno a la medida de tus demonios. Las palabras, los silencios, los odios, los miedos, los amores, todo me habla, todo me llama. De eso se trata esto.
sábado, 30 de noviembre de 2019
El Ojo
Dios es un ojo que contiene todas las miradas y que, por alguna razón misteriosa, siempre está cerrado. Dios es un ojo que duerme.
La ruptura
Una ruptura cósmica ha impedido la fiesta estelar.
Mi supernova favorita se niega a explotar.
Hay pedazos de un planeta que no quieren chocar y juntarse, prefieren la triste y torpe fragmentariedad antes que la perfecta y uniforme totalidad.
Mi supernova favorita se niega a explotar.
Hay pedazos de un planeta que no quieren chocar y juntarse, prefieren la triste y torpe fragmentariedad antes que la perfecta y uniforme totalidad.
jueves, 10 de octubre de 2019
Infierno
Acostumbrado al miedo
Habituado al tiritar
Inhábil en lo social
Habilidoso en el soñar
Me fabrico pesadillas
Me cuento cuentos de terror
Soy mi propio infierno
Quiero mucho a mis demonios.
Habituado al tiritar
Inhábil en lo social
Habilidoso en el soñar
Me fabrico pesadillas
Me cuento cuentos de terror
Soy mi propio infierno
Quiero mucho a mis demonios.
domingo, 6 de octubre de 2019
El que soy
Mucho tiempo refugiado en mi otredad y en su silencio que grita palabras en un cuaderno.
En poemas que me cantan versiones de lo que realmente soy.
Y nunca termino de buscarme, aunque ya sé donde estoy:
En la música del lenguaje y en su magnífico misterio.
En poemas que me cantan versiones de lo que realmente soy.
Y nunca termino de buscarme, aunque ya sé donde estoy:
En la música del lenguaje y en su magnífico misterio.
sábado, 21 de septiembre de 2019
Poca cosa
El planeta gira armonioso e indetenible, la vida fluye, la gente compra y vende, se enamora y se odia, yo sobrevivo irrelevante e indiferente mientras la tele transmite pasiones futboleras que no entiendo.
Hace rato dejé de creer en Dios, en realidad nunca creí. Siempre me habitó un pesimismo férreo. Las cosas no pueden cambiar, son así, la vida es demasiado poca cosa para darle la importancia que le dan.
Por carecer de alas el humano caminó y tropezó. Y por lo mismo pudo volar. El deseo te mantiene vivo, por el deseo uno respira.
Las vaguedades de estas líneas me mantienen ocupado mentalmente, me olvido de la poca cosa que soy y me disperso, me transformo en palabras en una hoja, en frases que quieren ser un párrafo, en párrafos que anhelan una coherencia, en una coherencia que sea finalmente relato, narración, historia, ficción.
Hace rato dejé de creer en Dios, en realidad nunca creí. Siempre me habitó un pesimismo férreo. Las cosas no pueden cambiar, son así, la vida es demasiado poca cosa para darle la importancia que le dan.
Por carecer de alas el humano caminó y tropezó. Y por lo mismo pudo volar. El deseo te mantiene vivo, por el deseo uno respira.
Las vaguedades de estas líneas me mantienen ocupado mentalmente, me olvido de la poca cosa que soy y me disperso, me transformo en palabras en una hoja, en frases que quieren ser un párrafo, en párrafos que anhelan una coherencia, en una coherencia que sea finalmente relato, narración, historia, ficción.
lunes, 26 de agosto de 2019
Homo fragili
Un día bajé del árbol, de puro monito inquieto nomas, y me subí a otro bondi.
Me paré en dos piernas, caminé, corrí y nunca más me detuve.
Allá, lejos, quedó el animal.
Hoy soy máscara y disfraz, pero también desnudez, piel al aire, fragilidad.
Hoy soy máscara y disfraz, pero también desnudez, piel al aire, fragilidad.
martes, 9 de julio de 2019
Polvo de estrellas
Estoy hecho de cobardía y valentía, de sombras y de luces, de determinados miedos y obsesiones. Y todo esto, que parece tan humano, proviene de una química estelar.
sábado, 4 de mayo de 2019
miércoles, 17 de abril de 2019
Idiota inmutable 2
Ahí estás, otra vez, tratando de encontrar las razones que te anclan a éste océano decadente.
Ahí estás, bobo por naturaleza, torpe en las acciones y habilidoso en el arte del estancamiento.
Ahí estás, idiota inmutable, anhelando cambiar el mundo, pero con el culo demasiado pegado en el sillón.
Ahí estas, buscando un paraíso tratando de negar tus infiernos, incendiándote con cada “¡No!” que sale de tu boca.
Y el calor del día te hunde más en tu sopor insoportable, como si la temperatura del planeta también te odiara, como si todo conspirase para la fatalidad que sos.
Y el ruido quejoso y electrónico de la heladera en mal funcionamiento y el blablabla del televisor de tubo con relatores de fútbol que todo lo saben y las ruedas de un auto aplastando las piedras de la calle de ripio y todo tan sincronizado, como si todo conspirase para la mediocridad.
Ahí estás, bobo por naturaleza, torpe en las acciones y habilidoso en el arte del estancamiento.
Ahí estás, idiota inmutable, anhelando cambiar el mundo, pero con el culo demasiado pegado en el sillón.
Ahí estas, buscando un paraíso tratando de negar tus infiernos, incendiándote con cada “¡No!” que sale de tu boca.
Y el calor del día te hunde más en tu sopor insoportable, como si la temperatura del planeta también te odiara, como si todo conspirase para la fatalidad que sos.
Y el ruido quejoso y electrónico de la heladera en mal funcionamiento y el blablabla del televisor de tubo con relatores de fútbol que todo lo saben y las ruedas de un auto aplastando las piedras de la calle de ripio y todo tan sincronizado, como si todo conspirase para la mediocridad.
Idiota inmutable
Tengo una soledad acostumbrada a la música y al callado placer de la lectura.
Tengo la manía de sentirme solo y aun así preferir estar casi siempre conmigo casi nunca con los demás.
Tengo quizá los mismos sueños que muchos, pero me aferro a mi individualidad y me cuesta demasiado cambiar el mundo.
Tengo inseguridades que me limitan y miedos que cada vez me asustan menos pero que igual me hacen temblar.
Tengo la respiración lenta, el accionar con retraso, la demasiada poca iniciativa que impide la normalidad.
Tengo el ego sentado en una nube y la autoestima enterrada, me siento único, inteligente, hermoso, pero observo todo desde mis ojos de lombriz arrastrándose.
Tengo incorporado cierto rechazo al cambio, me aterra perder mi estúpida cotidianidad.
Tengo éstas rutinas y las amo, no quiero otras, no me pinta cambiar, quiero ser siempre este idiota inmutable.
Tengo la manía de sentirme solo y aun así preferir estar casi siempre conmigo casi nunca con los demás.
Tengo quizá los mismos sueños que muchos, pero me aferro a mi individualidad y me cuesta demasiado cambiar el mundo.
Tengo inseguridades que me limitan y miedos que cada vez me asustan menos pero que igual me hacen temblar.
Tengo la respiración lenta, el accionar con retraso, la demasiada poca iniciativa que impide la normalidad.
Tengo el ego sentado en una nube y la autoestima enterrada, me siento único, inteligente, hermoso, pero observo todo desde mis ojos de lombriz arrastrándose.
Tengo incorporado cierto rechazo al cambio, me aterra perder mi estúpida cotidianidad.
Tengo éstas rutinas y las amo, no quiero otras, no me pinta cambiar, quiero ser siempre este idiota inmutable.
sábado, 23 de marzo de 2019
El llorón
De tanto juntar tristeza se le salía el llanto en el habla, las palabras emergían quebradizas, lagrimosas, insoportablemente lloronas.
Nadie sabía de dónde venía esa tristeza y cuando le preguntaban afirmaba que la había heredado de antepasados milenarios, que aquel inevitable llanto venía de una sangre primitiva de melancólica pasión y de enmarañados dramas a lo largo del tiempo.
Y es que lloraba por todo; por los perritos callejeros que pasan hambre y frio y tienen mirada tristona, por los niños inocentes de guerras pasadas, presentes y futuras, por potenciales huérfanos y por huérfanos ya concretados, por las madres y padres que lloran hijos perdidos, por el cielo que se nubla y no deja brillar el sol, pero también por el sol mismo que se quema a lo bonzo y algún día se apagará.
Lloraba por el salvaje capitalismo que carcome naciones enteras.
Lloraba por la falsa democracia y por los regímenes que fueron, son y serán totalitarios.
Lloraba por la música que nadie compone y se encuentra silenciada en el fondo de las almas.
Lloraba por la poca creatividad que enferma al mundo, por la falta de belleza, por el exceso de vulgaridad, por el poco estilo, por los muchos falsos artistas y los muy poquitos verdaderos.
Lloraba porque ya nadie llora, porque todos nadan y flotan en una idiota marea de felicidad.
Lloraba mientras leía, mientras tomaba mate y mientras dormía. Algunos sospechaban que incluso en sus sueños se encontraba todo el tiempo llorando.
Lloraba frente al televisor, con películas tristes, pero también con las comedias, lloraba viendo series, lloraba al comienzo de la temporada y al finalizar la misma, lloraba capitulo por capitulo e imaginaba en su cabeza capítulos alternativos con los cuales también lloraba.
Y en cuanto a sus lecturas, bueno, eran un océano de llanto. Y es que le pintaba llorar con los cuentistas; Borges, Cortázar y Artl, pero también con los poetas; Girondo, Pizarnik, Juarroz, Neruda, Huidobro y hasta con Nicanor con el cual no debería llorar sino reír.
Y cuando consumía alcohol en cantidad, lloraba con más dedicación que nunca. La cerveza lo ponía reflexivo y autocrítico, pero el vino, el vino lo hundía definitivamente en los abismos de la existencia, desde ahí se perdía en los lamentos, rompía en sollozos y explotaba de angustia.
Un día lloró tanto que de sus ojos ya no salieron lágrimas, se habían terminado para siempre. Una larga sequía se anunciaba. El llorón se miró al espejo, sus ojos rojos e hinchados se destacaban en la pulida superficie. Se encontró ridículo, no podía creerlo, era más joven de lo que pensaba, hasta parecía fuerte, lleno de vitalidad, aunque despeinado y barbudo, al estilo linyera. De pronto una leve mueca, a continuación, una tímida sonrisa, finalmente una carcajada delirante, ruidosa, contagiosa y liberadora. Se dio cuenta que lloraba de nuevo, pero que ahora lloraba de la risa.
Al parecer ya nada tenía importancia, su reflejo en el espejo fue como un sopapo liberador. De pronto las cosas carecían de sentido, perdían su densidad, su composición, su firmeza conceptual. La risa sanadora le hizo restaurar su lucidez. Comprendió que era uno más del montón, único, irrepetible e irrelevante, especial y sin importancia al mismo tiempo. Era volátil y terrenal, efímero y eterno.
jueves, 21 de marzo de 2019
Porque por eso escribo, porque por eso leo.
Cuando uno es un pendejo anhela una poesía zarpada en nenúfares, ninfas y metáforas lunares. Con el tiempo uno va leyendo y la ignorancia ya no impacta tanto, entonces se pone la remera de la humildad y de la simpleza del lenguaje. Se abandonan las metáforas y los versos suenan a charla de mates entre amigos.
Pero cuál es la poesía verdadera, existe acaso. Cuál es la posta: la zarpada en retórica y riqueza intelectual, la de las emociones cargadas de adjetivos, la de experiencias vividas y transcriptas a la hoja y que al leerlas se sienten con la piel. Es obvio que no tengo la respuesta, pero me abundan las perplejidades y estoy hasta las bolas de preguntas. Lo cual es bueno, porque por eso escribo, porque por eso leo.miércoles, 27 de febrero de 2019
Colgarme en el camino
Mi caminar lento nunca podrá con el caminar ligero del mundo. Voy despacito en la era del correcaminos, no me importa llegar primero, me importa colgarme en el camino.
lunes, 25 de febrero de 2019
Revelaciones
Cansado de buscar palabras que describan mi tedio de este mundo, me propuse usar un lenguaje que sea del más acá.
Y me dije:
Si no brota una emoción no hay razón para la planta. Difícil crear un árbol cuando no se han hundido raíces.
Lo verdadero tiene que ser palpable y aún lo invisible se tiene que ver.
El mundo no puede surgir de la sintaxis. El mundo debe surgir del mundo.
Y me dije:
Si no brota una emoción no hay razón para la planta. Difícil crear un árbol cuando no se han hundido raíces.
Lo verdadero tiene que ser palpable y aún lo invisible se tiene que ver.
El mundo no puede surgir de la sintaxis. El mundo debe surgir del mundo.
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