viernes, 17 de abril de 2015

Algunas de mis pretensiones poéticas.

-Inventar un lenguaje propio que tenga como condición indispensable la transmisibilidad de lo caótico-confuso, entendiéndose por esto a la cualidad de poder ser transmitido a través de palabras, que desprendiéndose de su significado literal y usando la ambigüedad, lleguen al lector de una manera directa, perturbante, inquietante, confusa. Pero no una confusión con la idea de la confusión misma sino como algo natural, algo propio del mundo, una naturalidad de la confusión y del caos que sea posible de ser transmitida.

-Las palabras deben ser sonoras, con alguna melodía que haga posible la musicalidad de las frases. La frase es la estructura del mundo poético, las frases deben poseer la fuerza y la eficacia de una sentencia.

- Escribir impulsado por una fuerza, automática y misteriosa. Dejarse llevar por la caótica emoción, por la desordenada inspiración. Que las musas no tengan horario fijo y que se presenten a “trabajar” cuando a ellas se les cante.

-Corregir es un acto voluntario e indispensable, hay que hacerlo. No hay que alterar el contenido, hay que corregir la forma, ajustar la musicalidad cambiando palabras menos sonoras por otras que hagan música o lo que es mejor: corregir el ruido de ciertas palabras reemplazándolas por palabras más calladas. El silencio es necesario y tiene que estar bien repartido. Ni mucho ni poco. Hay que ser equilibrado, aun cuando se trata de locura y caos.

-La poesía debe aparecer en cualquier lado, la poesía está en todas partes, forma parte del mundo. Los poemas vuelan como mariposas, se posan en la brisa, acarician a los arboles, se sientan en los bancos de las plazas, besan a las chicas. La poesía trabaja incansablemente en el sudor de un hombre con una pala. La poesía tiene motor de combustión interna, funciona a explosión, el combustible es la banal cotidianidad, la existencia misma. Ahora ¿cómo se atrapa? ¿Cómo detectarla? No cualquier mariposa volando es poesía, no siempre la brisa lleva consigo unos versos, no siempre hay un poema de Neruda acariciando los arboles y en los bancos de las plazas a veces solo hay gente hablando de negocios y chicas que no se dejan besar por versos de Benedetti. No lo sé, la poesía es misteriosa y las musas no tienen horario fijo.

lunes, 13 de abril de 2015

Pensamientos, reflexiones dispersas y músicas de aquel mundo interior.

Sobre la naturaleza.

El sol arde silenciosamente mientras la música de la brisa hace danzar a los arboles.
El rio fluye armónicamente mientras el aleteo de la libélula se le suma para aumentar la cadencia.
Una quietud impresionante precede al caos, una bandada de palomas que picotea el suelo decidió que la hora del desayuno terminó.
No entiendo por qué el sol arde tan silenciosamente cuando lo más coherente seria que crepite escandalosamente.
Las estrellas están cansadas de que las usen como metáforas, ellas solo quieren ser estrellas.
A la luna no le entra una sola cursilería más. Han depositado tanta dulzura en ella que creo que su singular blancura es por todo ese azúcar que le pusieron.
¿Y si el arcoíris fuera en blanco y negro, si tuviéramos los ojos y la mirada de un perro, nos parecería tan hermoso o seguiríamos pensando solamente en huesos?


Sobre los pensamientos.

Los pensamientos son una forma audible del silencio.
Los pensamientos se cansan de tanta realidad y se convierten en sueños.
Mi cabeza es un nido donde crecen ideas con alas.
La razón de ser de una idea alada es llegar a ese cielo donde se funden los arcoíris.
Hay que abandonar el método de la lluvia de ideas y empezar a probar con las tormentas de sueños.

Sobre una música

Una música alada, un poema marino
Un oyente que vuela, un lector nadando.

De mundos invisibles se nutren los ojos del alma.
De calladas melodías y silenciosos rugidos de mariposa.

Una canción pájaro, un poema pez.
Un oyente con plumas, un lector con branquias.

Sombras incandescentes que prenden fuego mi soledad.
Luces que opacan el sonido del silencio.

Una tristeza le sonríe a la vida
Una alegría con los ojos llorosos.

Una música-sombra, un oyente-luz.
Brotan del azul melodías de oro.

Hay una quietud con distorsión.
Un coro que canta los ecos de un grillo.

sábado, 4 de abril de 2015

Neruda y Yo.

NERUDA:
“¿Por qué los árboles esconden
el esplendor de sus raíces?”

YO:
¿Por qué los hombres esconden la espectacularidad de su singularidad, por qué los hombres esconden el maravilloso paisaje de su selva interior?


NERUDA:
“Es este mismo el sol de ayer
o es otro el fuego de su fuego?”

YO:
Así como nadie se baña dos veces en el mismo río, nadie se broncea dos veces con el mismo sol.

NERUDA:
“Dime, la rosa está desnuda
o sólo tiene ese vestido?”

YO:
No sé si la rosa está desnuda o sólo tiene ese vestido, lo que sé es que tiene un departamento de marketing impresionante.

NERUDA:
“Cuántas iglesias tiene el cielo?”

YO:
No sé pero en el infierno inauguran una todos los días.

NERUDA:
“Por qué se suicidan las hojas
cuando se sienten amarillas?”

YO:
Luis Alberto decía que todas las hojas son del viento, quizá esa sea la respuesta.

NERUDA:
“Puedo preguntar a mi libro
si es verdad que yo lo escribí?”

YO:
Si el libro ya está escrito no es tuyo, es de los lectores y sobre todo de las editoriales.

NERUDA:
“Por qué viven tan harapientos
todos los gusanos de seda?”

YO:
Creo que por la misma razón que en casa del herrero hay cuchillo de palo.

NERUDA:
“Hay algo más tonto en la vida
que llamarse Pablo Neruda?”

YO:
Por supuesto, hay gente que se llamó alguna vez Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, eso si era tonto.

viernes, 3 de abril de 2015

El ángel

En ese sueño particular, recuerdo con precisión que aquel ángel me dijo:
Te voy a escuchar atentamente solo cuando aprendas a ser amigo del silencio, seré todo oídos cuando aprendas a callarte.

Dijo también, con determinación y creyendo fielmente en sus palabras, que lo mejor es ser fundamentalista del azar y la casualidad, ir por tus sueños con apasionada ceguera, preparar tus alas para cielos turbulentos y abandonar la seguridad terrenal de las rutinas.
Y luego añadió:

Es raro que un pájaro salga en busca de su jaula, sin embargo eso hacemos.
Y recuerdo que yo le decía como queriendo contestarle:
Tengo ganas de escribir una canción con todos los silencios que guardé.
El ángel empezó a hablar cada vez mas rápido, sus palabras fluían a una velocidad difícil de seguir. Al final era casi incomprensible, solo se podían distinguir ciertas palabras debido al énfasis que ponía en su enunciación. Las palabras que resonaban con estruendo y claridad eran las palabras SILENCIO, SOLEDAD y MUERTE.
La escena se volvió borrosa, se fue desvaneciendo. Poco a poco perdían el color los objetos y sobre todo el cielo, que pasó de un nítido azul a una opacidad grisácea.
Me desperté bruscamente como si algo me sacudiera. Me senté en la cama, traté de recordar cada detalle de lo que hace unos segundos estaba soñando, entonces anoté algunos detalles en mi libreta para sueños que siempre está haciendo guardia al costadito de mi cama.