sábado, 19 de julio de 2014

Primavera de palabras.

Se me vino encima la primavera de palabras.
Lluvia de frases y alas de mariposas.
Se me hizo brisa un huracán, un verbo calmó a la bestia.
La poesía derrotó al silencio. Espadas filosas penetraron, el mudo espacio del vacío.
Se me oxidaron los fracasos, murieron de sed mis océanos de la nada.
Florecieron en las sombras las estrellas de la noche clara.
Se me vino encima la eternidad del instante, se me aplastó el tiempo, fracasaron los relojes.
La exuberante, la caótica, la tormenta de palabras.
Las arremolinadas reflexiones, la abrumadora música desordenada.
Se gestan, se revuelcan, danzan en círculos, se escapan de las normas.
La caótica rebelión de las palabras. Palabras que no dicen nada o que dicen todo.
Soledades silenciosas, silencios que intentan una melodía.
Música, vaivén, explosión-estallido, pasos, caminos, zapatos, dinamita.
Canciones que eluden los caminos del pasado, del futuro incierto, del presente ausente.
Aplausos para el azar, que todo lo vuelve posibilidad. Manos al cielo en señal de libertad.
Alas de mariposa, seres alados del color.
Palabras que se montan en la brisa, palabras que en cualquier lugar aterrizan.

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