Que ganas de asustar mis miedos y de liberar mi libertad.
Que ganas de que mis sentimientos sientan al límite.
Que ganas de estallar de emociones y de dinamitar mi
mente.
Una ilusión que alimente realidades, un corazón obeso de
tanto comerse sueños.
Necesito eso, tus sonrisas, la brisa y el río...lo demás
podrá esperar.
Lo demás tiene pinta de superficialidad y yo quiero
ahogarme en mí.
Que ganas de empezar un mundo nuevo donde quepan todos
mis sueños.
Una necesidad de
que las realidades se suiciden y unas ganas terribles de abortar tristezas.
Letras calladas ensordecen mi teclado y se preguntan:
¿Y si mejor dejamos de pensar y vivimos a latidos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario