lunes, 3 de diciembre de 2012

Ganas de mi.


Que ganas de asustar mis miedos y de liberar mi libertad.
Que ganas de que mis sentimientos sientan al límite.
Que ganas de estallar de emociones y de dinamitar mi mente.

Una ilusión que alimente realidades, un corazón obeso de tanto comerse sueños.
Necesito eso, tus sonrisas, la brisa y el río...lo demás podrá esperar.
Lo demás tiene pinta de superficialidad y yo quiero ahogarme en mí.

Que ganas de empezar un mundo nuevo donde quepan todos mis sueños.
Una  necesidad de que las realidades se suiciden y unas ganas terribles de abortar tristezas.
Letras calladas ensordecen mi teclado y se preguntan:
¿Y si mejor dejamos de pensar y vivimos a latidos?

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