Responsable de mis luces, de mis sombras, de mis etapas grises.
Caigo en mis abismos, luego existo.
El niño que fui se niega al adulto que soy.
Un espíritu estresado, un alma en tensión y muchas ganas de seguir soñando.
Versiones variadas de mundos soñados se acumulan en el cuerpo.
Envejece la materia vital, pero la energía creadora mantiene con fuego el poema.
Palabras alimentadas de tiempo y rutina, frases distintas diciendo lo mismo.
La música que busco siempre se escapa, solo puedo atrapar silencios.
La poesía, la literatura, variables del amor en el planeta del vacío.
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