lunes, 26 de diciembre de 2022

Cliché

En el azul yo vi felicidad, en el negro yo vi tristeza y oscuridad.
Luego algo pasó y los clichés propios del color se volvieron grises.
¿Qué pasó? ¿Fue la vida lo que pasó o algo de ella que me hirió?
Quizá fue un dolor opaco y fluorescente, uno de esos que te voltea y te despabila al mismo tiempo, tal vez una angustia enquistada en algún recuerdo verde y adolescente.
No sé, nunca voy a saber…ahora solo quiero canciones tristes y cursis para bobos sensibles de corazones rotos.

martes, 2 de agosto de 2022

Todo el pesimismo

Una gestión minuciosa del tiempo

un dormir inquieto de sueños incomodos

un despertar anticipado de parpados cansados

la rutina asalariada y circular, el eterno retorno laburante

el presente inmediato, el futuro endeudado, ningún pasado pisado

la vida desabrida, pero con gusto a miseria

pobreza de anhelos, escasez de esperanza, ninguna fe, todo pero todo el pesimismo.

domingo, 3 de julio de 2022

Aunque el poema se rompa

Adentro de los tímidos se gestan mundos increíbles.
Somos una fiesta, de silencios sonoros y melodías calladas.
El sol no es siempre sinónimo de calor y brillo.
La noche, la oscura noche, puede ser mejor.
Difícil que te haga entrar a mi universo si no girás al ritmo mío.
Argumentos tiernos pero no firmes, tambalea mi frágil mundo.
La dureza nunca fue lo mío, me muevo mejor en la blandura y la fragilidad.
Un bichito pequeño en la jungla de animales feroces.
Y a pesar de todo, aunque el poema se rompa, quiero que me veas y me prestes atención y quiero querer y ser querido y que me digas cosas lindas sin metáfora, sin retórica, que me quieras, incluso, sin mucha poesía.

El anhelo aéreo

Es momento de dejar de fingirme terrestre y aceptar lo aéreo que me constituye.
Soltarme para siempre, dejarme llevar por el viento.
Anclado al mundo no lograre nada, me urge, me llama, una flotabilidad estetizante.
La belleza del aire, lo liviano, lo que levita y vuela, el confort de lo abstracto.
Siento la necesidad de abandonar la fealdad de la tierra, la mugre de lo real.
Ya sé, pensarás que estoy escapando, que soy un cobarde escondido tras la máscara de lo sensible.
Pero no hay nada más auténtico que pensarme ajeno y anhelar la utopía del viaje sin retorno.

miércoles, 30 de marzo de 2022

Acá yo

Acá yo, otra vez, violentando mi paz por la vía del auto desprecio, como si sentirme poca cosa fuese una grandeza.
Acá yo, bombardeando mi último lugar de resistencia, haciendo estallar mi refugio.
Acá yo, el imbécil pretencioso jugando al poeta con poemas fallidos y pobres de música.
Acá yo, la tibieza, que siempre se mueve entre lo negro y lo blanco, en una medianía mezquina y cobarde.
Acá yo, con mi soledad de acero, irrompible y orgullosa, pero anhelando algún nosotros.
Acá yo y el mundo allá, separados por un muro invisible construido a puro miedo.
Acá yo, atrapado en mi yo y bien lejos de los yoes del mundo.
Acá yo, siempre yo, inevitablemente yo, testarudamente yo, hartadamente yo.
Acá yo, en una dinámica imparable de orbitas e impactos, de giros y explosiones, de calma y turbulencia.
Acá yo, poniendo a trabajar mi cabeza, mi corazón y mis cansancios en pos de una obsesión.
Acá yo, el que se cree hermético, impenetrable, siendo penetrado por un lenguaje que aún desconoce.
Acá yo, en un limbo raro y neblinoso, tanteando a oscuras la música y aun así poniéndome a cantar en la lengua de Alejandra.

domingo, 27 de febrero de 2022

El mundo que no entra en el mundo

Mi mundo no entra en el mundo, orbito la realidad a una distancia segura.
Siempre bien lejitos de la normalidad por el temor de ser un ladrillo más en la pared.
Pero cada tanto caigo en la trampa, quiero perderme en el nosotros y ser idiotamente parte del conjunto.
El planeta gira incesante e indetenible, la vida y la muerte hacen lo suyo.
El humano se piensa importante, inventa dioses y mitologías mientras el universo le estalla ante sus ojos.
Y mientras tanto la música de la poesía me cobija en el desorden y quiero naufragar en el misterio y quiero sentir la brisa cálida de lo incomunicable.

martes, 25 de enero de 2022

El ayer inevitable

Me trabajó el ayer inevitable con su ejército de errores adolescentes.
Vino a mi mente una ruptura, después un fracaso y finalmente un sueñito que en aquel momento era el gran sueño.
Demasiados amores anhelados y ninguno concretado, un puro latir intenso de un corazón siempre con hambre.
¿Qué tanto hay de niño en este adulto falso? El espejo no da respuestas, el espejo solamente llora.
La realidad es una fantasía que nos contaron y que nosotros creímos cierta, vivimos en el ayer inevitable, habitamos un hoy imperfecto y soñamos con un mañana idiota en algún paraíso estúpido de algún dios tarado.