Pareciera que el afuera no me llega, pero adentro mío hay una guerra entre mi yo y los yoes del mundo.
La paz tendrá lugar cuando mis inquietudes mueran dándolo todo.
Con violenta virulencia me agredo y te agredo, nos herimos, nos desangramos.
Y la realidad sigue intacta, indiferente y fuerte, nada la inmuta, es todopoderosa e impenetrable.
Los días tan estúpidos, las noches tan despiertas, el insomnio indagando mi círculo infernal inevitable.
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