La tormenta diaria del hastío comenzó de nuevo, puntual y constante.
Me nublo y me aburro, lluevo y pongo música.
La literatura es demasiado profunda y estetizante, la música es directa y eficaz.
Mis fragmentos se unen y forman un todo musical, entonces soy melodía, rocanrol.
El mundo cobra sentido o se vacía del mismo, no sé, pero canto como si valiera la pena vivir.
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