Mi poesía no debe que ser reflexión, mi poesía debe ser un relámpago.
Mi poesía no quiere pensarse, ella quiere ser impulso, locura, pensamiento irracional.
Pero es imposible que la cabeza no se ponga a laburar y que la inquieta neurona trabajosa no intente una rima forzosa...como esa justamente.
La poesía es comunicación de lo incomunicable pero no quiere ser mensaje.
La poesía no es la palabra lluvia y su concepto, es agua del cielo empapándote.

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