Los poemas no se escriben con tristeza, se escriben con palabras.
Si escribo «estoy llorando» lo más probable es que no esté llorando.
Y es que el llanto es para llorarlo, no para escribirlo. Y por eso suena tan artificial cuando lo escribo y describo.
Y es que las palabras mienten, crean realidades paralelas a la realidad concreta.
Y siempre está el recurso, la tentación, de falsear el sentimiento pretendiéndolo poema.
Y aunque el silencio sea tan auténtico como la hoja en blanco, hoy prefiero éstas palabras.
Palabras que simplemente sirven como pequeña reflexión, palabras donde sin embargo hay una música. Y quizá esa música sea el poema y quizá el poema no tenga nada que ver con las palabras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario