martes, 27 de octubre de 2015

Me gusta

Me gusta el poderío bélico de tus ojos, tu mirada es un cañonazo.
Me gusta como tu paz se transmite en forma de sonrisa amable.
Me gusta el silencio musical de la noche y como gotea la canilla y como se queja la heladera.
Me gusta como se prende fuego la palabra crepitar y como nos moja la palabra mar.
Me gusta la espuma del mate y la cálida presencia de tu silencio.
Me gusta no abrumarnos con palabras, decirnos nada y todo al mismo tiempo.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Sobre el estancamiento.

Cuando se estancan las ganas el alma comienza a pudrirse, gusanos crecen desde adentro y se mastican las ilusiones.
¿Es el tiempo y el saber que la muerte es inevitable aquello que torna a la vida tan siniestra?
Una pregunta que también es respuesta, doble herida penetrante.
El corazón late con una cadencia lúgubre, sus golpecitos evocan un reloj que se mastica el cuerpo.
Siento que me voy sin irme, que me oscurezco sin apagarme, siento que estoy pero que al mismo tiempo soy ausencia.
Cuando se estancan los anhelos, el alma comienza a pudrirse y todo huele a muerte.

miércoles, 14 de octubre de 2015

Mi Mente

Mi mente, como mi pieza, me gusta tenerla desordenada. Pensamientos desparramados, un delirio por allá, otro por acá, ideas sucias mezcladas con las que están limpitas. En mi mente la música estruendosa de las ilusiones hace temblar la casita de lo racional. En mi mente guardo toda la nostalgia de la niñez perdida, el conjunto enmarañado de mi confusión adolescente, el presente áspero que corroe mi pasado y todo el porvenir utópicamente diseñado.
MI MENTE. Si sólo pudiera meterme en esa tamaña abstracción, a buscar mi recuerdo más bonito, para guardarlo en mi corazón algodonado. Mi mente. El espacio metafísico de mis obsesiones, el lugar recóndito de la claridad y la sombra, el planeta de lo que soy y de lo que no, mi ruido y mi silencio, mi verdoso paraíso, mi rojo y apasionado infierno.

lunes, 5 de octubre de 2015

Encontrar

Encontrar en las palabras el silencio que quiero decir.
Encontrar nostalgias aferradas a un borroso recuerdo.
Encontrar los fantasmas que un día me asustaron, hacerlos gritar en el mudo espacio de la hoja en blanco.
Encontrar ese mundo que está escondido, mi hogar primitivo, mi infancia emocional, mi anterior, salvaje y feroz vida animal.
Encontrar para iniciar nuevas búsquedas.
Encontrar para hacer visible lo invisible, para hacer de la opacidad una hermosa transparencia.
Encontrar, poder ver la silueta de mi monstruito interior.
Encontrar para ver, al menos, los contornos de mi delirio y ver que tan racional es mi razón.
Encontrar una frase bonita, perfumada de verdad, o una palabra que contraste con el terco silencio, o lo que es mejor: que lo haga cantar.