sábado, 27 de diciembre de 2014

Las palabras se quedan sin talento

Las palabras se quedan sin talento a la hora de decir lo que pasa en el ámbito del corazón. Para decir desde ahí, a veces, hay que simplemente llorar, reír o callar.
Las palabras mienten, nunca dicen la verdad. La vida es la verdad, las palabras son solo símbolos. Signos muertos de seres concretos que necesitan abstracción.
Las palabras, las malditas palabras. Voces mudas, gritos que se ahogan en esta hoja.
Las palabras se quedan sin talento para nombrar ese silencio que te hace ruido bien adentro. Las torpes palabras. Ineficaces para nombrar lo innombrable.
Las palabras se cansan rápido, las perezosas palabras. Ellas no pueden o no quieren trabajar para mí.
Las palabras se quedan sin talento y aun así yo me aferro a ellas con la esperanza, o para usar una palabra menos vaga, con la pretensión, de que en algún momento digan lo que no puedo decir.

jueves, 25 de diciembre de 2014

Destruyendo la fábrica de mentes cuadradas.


"donde el ángel aprende a leer y escribir las leyes que prohíben volar"
Enrique Symns









Esa maraña de verdades huecas, de mentiras llenando vacíos.
Discursos de los amos de siempre para formar a los nuevos esclavos.
Pautas para una vida artificial, leyes que prohíben volar.
Maestros que inculcan la repetición y te inyectan el virus del lenguaje.
Ese mal necesario, esa institución que nos permite ser alguien.
Ese alguien que no es un alguien que yo deseo ser, sino alguien impuesto por un montaje que hemos naturalizado.
Somos menos libres de lo que creemos. Estamos presos, enjaulados y simulamos disfrutar de la jaula.
¿Qué se hace? ¿Cómo desmontar la maquinaria de la aniquilación del sujeto?
Para encontrar repuestas primero hay que encontrarse con uno mismo.
Las soluciones llegan cuando solucionas el problema de darte cuenta quien sos.
Como sugerencia: dejar de asumir el papel de la pequeñez y aceptar lo gigante que sos.
Tu singularidad es tu grandeza, no hay nadie igual a vos. Darse cuenta es el gran paso.

viernes, 19 de diciembre de 2014

Algo más que respirar

Aplastar con el pie gigantesco de nuestro ego al humilde corazón atormentado, que las emociones brillen por su ausencia, que el amor esté tirado en un rincón y otras formas de la decadencia.
Dejarse estar es dejarse morir. Y morir es solo respirar. Tal vez es necesario oxigenar tu sangre con la furia de un amor, llenarse los pulmones de emociones, tener el hígado lleno de amigos.
¿Cuan difícil puede resultar ser un animal mas, dejarse llevar por el placer, desatarse de las cadenas de la civilización, escapar de la jaulita de la moral?
No hace falta hablar mucho, a veces las palabras se te salen por los ojos. Son miradas calladitas y punzantes. Ojos llenos de bronca acumulada.
En el discurso cotidiano de nuestro silencio hay sonando millones de recuerdos, nostalgias haciendo latir los días del presente.
Estornudando ilusiones se enferma el corazón. Pero, tal vez también sea el único remedio.
Cantando todos tus silencios se musicalizan tus vacíos. Vivir es algo mas que respirar y seguir patrones de conducta, vivir es que las emociones te atraviesen, que la experiencia de acariciar la aspereza de la vida te acorace el alma, que la efímera felicidad te acaricie justo cuando creías que todo estaba mal y que el mundo se desmoronaba a tus pies.