Los hombres están llenos de poesía y todas las cosas que lo
rodean también, el escribir poesía sucede por eso, porque es inevitable.
Siempre que abunden los estímulos con los cuales nuestro
corazón se conmueva habrá poesía, entonces una pincelada llena de color
aparecerá queriendo pintar tu mundo, luego aprendes a tomar prestado del
silencio su reflexiva belleza, a hablar intensamente con tus soledades y sacar
de ellas su capacidad de crear.
Y es así como la poesía y los poetas crean planetas, es así
como los poetas se transforman en dioses llenos de luz y oscuridad.
Las palabras calladas hacen mucho ruido en la hoja, suenan
rugiendo fuerte los versos, dicen mucho de vos y del mundo y hablan
tendidamente de lo que sucede allí: en el adentro, en el afuera, en todas
partes.
Frases que fracturan cerebros, palabras que rompen
estructuras, letras derribando tenebrosos silencios y vacíos; todo eso y mas
sucede en un poema.
Adjetivos y verbos jugando a decir sentimientos, palabras
que juegan a imaginar.
Sueños fragmentados y
pedazos de realidad en un universo que estalla y sucede en un segundo. La
eficacia de las letras para describir algo tan tangible como el peso y la
angustia del alma, como la abstracción de los latidos, como el por qué de lo
dulce de una lagrima, de lo salado de la vida.