Simplemente no soy de este mundo... yo
habito con frenesí la luna. No tengo miedo de morir; tengo miedo de esta tierra
ajena, agresiva... no puedo pensar en cosas concretas; no me interesan. Yo no
sé hablar como todos. Mis palabras son extrañas y vienen de lejos, de donde no
es, de los encuentros con nadie... ¿qué haré cuando me sumerja en mis
fantásticos sueños y no pueda ascender? Porque alguna vez va a tener que
suceder. Me iré y no sabré volver. Es más, no sabré siquiera que hay un “saber
volver”. No lo querré acaso.
Leer es la única manera de volar sin tener alas. Escribir es construir tus propias alas, pluma por pluma. Escribir es destruir el paraíso y construir un infierno a la medida de tus demonios. Las palabras, los silencios, los odios, los miedos, los amores, todo me habla, todo me llama. De eso se trata esto.
sábado, 23 de junio de 2012
miércoles, 20 de junio de 2012
Siempre en las palabras
Siempre con las distancias, siempre con los silencios.
Siempre disfrazándome de abstracción.
Siempre queriendo escapar de la cosa concreta, de la cosa
tangible.
Siempre asumiendo que mis alas vuelan y que mi locura es
sana.
Siempre ocultando verdades detrás de las mentiras.
Siempre cayendo parado esquivando el piso.
Siempre burlándome de la pateticidad de mí ser, enojándome
con mi humor.
Siempre habitando la noche, siempre tomando como amiga la
oscuridad.
Siempre en las palabras que describen vacíos, siempre
llenándome con ellas.
Siempre esperando que mi esperanza se acabe cuando primero
lo haga la eternidad.
Siempre con tanta sed de amor, con hambre de beber hasta
alcoholizar mi corazón.
Siempre en las palabras, lejos de la acción.
domingo, 10 de junio de 2012
El eventual mundo y la luna naranja
Las
palabras caen de gota en gota sobre la hoja digital.
El
reloj da las cinco y veintiséis y yo me preocupo por los mareos molestos que me
inquietan.
La
perdida de tiempo también me preocupa pero la danza hipnótica de la rutina me
hace seguir.
Me
olvido pronto de los mareos y vuelvo a viajar.
Esquivo
las luces y me refugio en las sombras.
Soy una
enfermedad para mi integridad física y en este momento no necesito mucho de mis
neuronas.
Las
alas aparecen en mi espalda y las palabras vuelan, es fácil atraparlas, es
fácil agruparlas.
Escapo
de la rima y de la música, me voy por cualquier camino, me pierdo, me gusta
hacerlo de vez en cuando.
Me
disipo en las sombrías ventanas que se abren y mi vapor forma una casa de
muchas puertas.
De
pronto la puerta más grande se abre y sale de allí una gran vaca de tres
cabezas.
Demonios
pequeños saltan a su lado, son simpáticas sus risas y revolotean alrededor del
eventual mundo.
La
incertidumbre aparece de un chispazo y reparte certezas a los invitados, sirve
en bandejas las cabezas de la vaca ya sacrificada y esparce su sangre azul por
todo el espacio.
Mientras
tanto el intermitente cielo fucsia dibuja una luna naranja con aromas de limón,
y yo corto en rodajas la tierra y me esfumo entre las cenizas que invaden el
aire.
jueves, 7 de junio de 2012
¿Como explicar la piel de gallina?
Como
explicar las emociones que no se explican, como se hace para decir con palabras
lo que se siente en el lenguaje de los latidos
Como se hace para decirle al
que desconoce lo que es la pasión por la música y las palabras lo que sucede
cuando suenan Los Redondos y el corazón escucha su magia.
Como puedo transmitir lo que
yo siento a una persona que nunca supo
extasiarse ,porque nunca encontró los motivos que lo llevaran a ese tan hermoso
sentimiento.
Quien me puede explicar en un
idioma entendible por que siento lo que siento y por que no puedo transmitir ese
sentimiento elocuentemente a personas que me gustaría que sientan lo mismo.
La música tiene caminos que
son hermosos, rodeados de poesía cuando es de calidad. El rock es mejor con ese
elemento mágico que son las palabras ensambladas para generar la emoción, el rock debe ser
contestatario y romper reglas, barreras y criticar la mierda del mundo. Pero
sobre todo, cuando alguien pretende hacer de su vida un rocanrol y plasmarlo en
una banda de rock, es necesario primero ponerse la camiseta y transpirarla.
Eso es lo que hicieron los
Redondos al elegir el camino de la independencia musical, de la independencia
creativa, de la independencia del alma. Muchos otros en su lugar hubiesen
elegido el camino fácil de la producción a cargo de una discográfica que le
marque el camino, que le marque las canciones, que le quite esas independencias.
Ellos eligieron transpirar la camiseta y construir desde ahí su gigantesco
imperio.
Ese tan grande reinado del
Rock hoy sigue en vigencia, aunque sus reyes hayan elegido caminos distintos.
Detalle que me resulta menor, pues disfruto tanto de sus canciones en el
presente por separado que cuando estaban juntos. Pero lo que realmente quiero
trasmitir con este humilde texto es esa indescriptible “piel de gallina” que se
siente al oír su música llena de magia y Rock & Roll, una emoción allí
dentro donde habita el corazón y la razón pocas veces puede acceder a explicar
los motivos que te hacen conmover. Es como un viaje placentero y lleno de
éxtasis hacia lo más autentico del ser humano. Esa música te acompaña, te abraza,
te entiende, te elige, te sobrepasa y el cuerpo responde con latidos, con piel
de gallina, con la garganta queriendo imitar su voz, con tu lengua alocada
tratando irracionalmente de buscar que las palabras suenen igual a la canción.
Y al terminar la canción uno termina con el alma feliz, con el corazón haciendo
pogo, con tu vida con más esencia, con más magia y todo por una canción, que en
realidad parece simplemente eso pero detrás de ella se esconde el arte.
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