Soy una mirada incrustada en tu
luna y tengo soles bajo la almohada, solo necesito soñarte.
Soy quien se viste con tus sombras y sale a cazar
fugacidades, solo necesito un instante de eternidad.
Soy aquel que un día va a dejar de creer en las tinieblas
que nublan la vista de tu angosto corazón.
Deje para otro día, para otro tiempo, para otras vidas
nuestro amor y pague muy caro por ello.
Me sucedieron mil sueños y no los alcancé a atrapar,
nunca supe, nunca me enseñaron como hacerlo.
Soy un fuego que se desprende de tu iracundo corazón, me
pierdo en las almas que no tienen salvación, soy el que mira con ojos de
miradas que ya fueron y me traslado rápido al lugar común.
Entro en tu improvisado espíritu y me camuflo entre la
sangre roja, siempre estoy serpenteando entre tus venas, siempre adentro tuyo,
siempre molestando al corazón.
Cánsate de mí y de mi usurpador sentimiento, cánsate de las
veces que quise atraparte desde adentro, mándame a volar con tu mirada y deja
para otra vida nuestros restos de pasión.