Aburrido de escribir desde el tedio y la simpleza, quisiera escribir desde el intelecto y la emoción. Buscar música en una teoría, volverme loco por la estética de un pensamiento.
Quisiera dejarme llevar por alguna conexión sináptica que me derive a una pasión por el pensar y enriquecer la naturaleza de una idea nueva.
La materia camina lenta, la energía se mueve rápido, cada partícula mía se alimenta de mi deseo y se queda con hambre.
La insaciable carne latiendo, los innumerables sueños que se mueren en la almohada, la vida y el cosmos aburrido esperando que me suceda algo.
La química crece, las palabras mutan, evolucionan, mejoran en su nivel de ritmo y cadencia, pero yo y cada partícula mía sigue con hambre.
El sol es una brasa, la luna es una brasa, el universo crepita, yo soy ceniza. En alguna parte del proceso me quemé.